El entrenador de Marathón, el argentino Héctor Vargas, no escatimó en dardos y atizó sin compasión contra el árbitro central Said Martínez al considerar que con su trabajo 'volteó' el encuentro en beneficio de Real España.
'Tenemos que ser claros con el tema de cómo se desarrolló el partido a partir de la expulsión, el penal inventado; fue un partido muy favorable a Marathón, con cuatro ocasiones de gol claras, presión alta, recuperación y transición con posibilidades, hasta que le árbitro hizo lo mismo que en la final contra el Honduras Progreso. Expulsa a instancias de un linea que estaba a 80 metros de la jugada, se volteó todo, el partido, la gente vino a ver un arbitraje de muy mala calidad', se desahogó Vargas.
El extécnico de Olimpia indicó que 'tengo una persona que lo subió a YouTube, alguien que me compagina de los partidos, el partido pasado hay dos penales clarísimos contra Motagua y no los sancionaron; hoy el árbitro nos sanciona un penal con una facilidad... eso está muy por debajo de lo que es el arbitraje aquí, vamos a tener una postura diferente, no es problema mío, es problema es contra Marathón', prosiguió atacando.
El timonel apuntó que 'ustedes vieron la propuesta de juego de nosotros y viene uno de estos muchachos que se viste de árbitro y te malogra el partido. Si Marathón no toma una medida es porque se deja meter la mano en la bolsa', expuso sin atisbo de duda.
¿Qué fue a decirle a la cuarteta al final del partido? Héctor Vargas confesó que 'le dije que simplemente le iba a decir la verdad; yo fui uno de los que lo alenté a este muchacho, siempre hablé muy bien de él y hoy me doy cuenta que me equivoqué; cuando vos te casás con una persona y perdés interés en ella porque te das cuenta que te es infiel, este muchacho no tiene capacidad para dirigir', lanzó.
Concluyendo, el encargado de la parte táctica en el Monstruo, que aclaró que de haber sabido que Júnior Lacayo se lesionaría no habría quemados sus últimos dos cartuchos, dijo que 'el línea de aquel lado le dice lo que quiere que haga (a Said), un árbitro sin personalidad hace lo que le pide el línea'.