El 90% de las cosas que nos preocupan, jamás suceden

La psiquiatra Marian Rojas Estapé explica las causas de sobre pensar las cosas y las consecuencias de preocuparnos en exceso e ideas de como controlar el cortisol, la hormona del estrés.

Agencia Reforma

Siendo muy pequeña, a Marian Rojas Estapé, su madre, la economista Isabel Estapé Tous, la llevaba a la Bolsa para que conociera ese mundo de acciones, bonos e instrumentos de inversión.

Ella, en lugar de interesarse en el universo financiero, se acercaba a las personas. Recuerda una ocasión en la que vio a un hombre triste y comenzó a hablar con él: “¿A usted qué le pasa?, ¿su mujer no lo quiere?, ¿qué le sucede?”.

Para su madre, el futuro de la niña estaba claro: “Dedícate a lo de tu padre”, le dijo.Y es que Marian proviene de una estirpe de psiquiatras españoles.

Su padre, Enrique Rojas Montes, reconocido también como divulgador y escritor, y su abuelo, Luis Rojas Ballesteros le precedieron.”Desde pequeña tuve muy clara mi vocación: escuchar, ayudar. Me encanta ayudar, desarrollar proyectos solidarios en diferentes lugares del mundo, ayudar a los más desfavorecidos, a los que han sufrido traumas, es algo que me toca mucho el alma”, comenta en entrevista la autora de Cómo hacer que te pasen cosas buenas (Planeta), uno de los libros de psicología más vendidos en español.

El libro arranca con el gran tema de la vida: la felicidad. La psiquiatra explica que ésta depende de la interpretación que demos cada uno de nosotros a lo que nos pasa.

”La felicidad no es una realidad concreta. La felicidad es muy subjetiva. Depende de nuestros sistemas de creencias, de nuestro estado de ánimo, de cómo ponemos atención al entorno y de cómo conecto yo con la realidad. Hay gente que le llegan cosas buenas y las disfruta, y hay gente que le llegan esas mismas cosas buenas y desconfía, y hay gente que le llegan cosas malas y se bloquea y hay gente que se crece ante la adversidad. Y entender porqué somos como somos, comprender eso es la base para ser felices en esta vida”, detalla.

”La felicidad es una palabra muy manida, muy utilizada. Yo hablo de la felicidad como una capacidad de encontrar un cierto equilibrio entre las expectativas que tengo de la vida y lo que voy logrando”, resume.

Rojas Estapé es una de las divulgadoras de temas de salud mental más conocidas en las redes sociales, con más de 2 millones de seguidores en Instagram y 18 millones de vistas de sus videos en su página oficial de Youtube.

Madrileña, de 39 años, casada y madre de cuatro niños, imparte conferencias y cursos por todo el mundo hispanohablante. En su consulta atiende a pacientes con ansiedad, estrés, depresión, trauma y enfermedades somáticas, entre otras problemáticas.

Los grandes problemas emocionales de la población, el estrés, la ansiedad, la depresión, ¿tienen un origen común? Creo que vivimos en una sociedad en la que la prisa y el aprovechamiento del tiempo se han convertido en una obsesión, es decir, no hacer nada, el aburrirse, está mal visto.

Si te llama alguien y no quieres quedar con esa persona, le tienes que decir que estás en una reunión. No puedes decir que estás en tu casa leyendo una novela. Nos hemos metido en una dinámica del hiperactivismo. El hacer o el aparentar hacer a todas horas es la moda, es la tendencia.

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El mejor antídoto para envejecer bien es: alimentación saludable, dormir bien, ejercicio y vínculos sanos.

¿Cuáles son las causas principales del estrés? Por un lado, el estar constantemente consumiendo sin parar, consumir información, redes, comida, alcohol, etcétera.

En segundo lado te diría que el estrés es cuando nuestro cerebro constantemente ve una amenaza en lo que estoy haciendo, esa amenaza puede ser real o imaginaria.

Yo puedo estar sintiendo una amenaza porque mi esposo, mi esposa, mi pareja están mal, mi hijo está en las drogas, mi padre tiene cáncer, las condiciones en mi trabajo son deplorables, o no tengo trabajo, pero por otro lado, una de las cosas que pueden estar sucediendo es que yo malinterpreto todo lo que sucede en mi entorno.

El 90 por ciento de lo que nos preocupa nunca sucede, pero mi cuerpo y mi mente no lo distingue, entonces me pongo en modo alerta: ‘seguro que no me quiere’, ‘seguro que no consigo trabajo’, ‘seguro que no llego a fin de mes’.

Uno de los protagonistas de tu libro es el cortisol ¿qué es? ¿se puede manejar? Claro, de eso se trata, de poderlo gestionar. El cortisol es la hormona del estrés. Una hormona buena que está diseñada para luchar, para salir adelante en los momentos en los que nos sentimos amenazados.

Hoy estamos aquí, como sociedad, gracias a que la hormona del cortisol funciona, ha ayudado a nuestros antepasados a luchar o huir, entonces es muy necesario. Lo malo es cuando ese estado de alerta es crónico, constante.

Cuando yo paso todo el rato pensando que algo malo me está sucediendo. Mi mente y mi cuerpo no distinguen una amenaza real de una imaginaria.

En una sociedad donde muchos de nuestros pensamientos están en el sesgo negativo, tiendo a intoxicarme de cortisol, y en la intoxicación de cortisol, mi cuerpo, mi mente y conducta se modifican.

La clave de entender el cortisol es saber que mi estado de ánimo, cómo conecto mis pensamientos con la realidad, influye directamente en mi salud física.

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”Hay gente que le llegan cosas buenas y las disfruta, y hay gente que le llegan esas mismas cosas buenas y desconfía, y hay gente que le llegan cosas malas y se bloquea y hay gente que se crece ante la adversidad”, afirma Marian Rojas Estapé.

¿Y cómo gestionar el cortisol? Lo primero que tenemos que saber es ¿cómo es mi forma de ser? Mis rasgos, ¿soy una persona alexitímica, que tengo pocos recursos para expresar mis emociones?, ¿soy perfeccionista, que le gusta que las cosas sean exactamente como quiero?, ¿o soy una persona controladora?

Uno tiene que saber cuáles con sus factores de estrés, qué me sube el cortisol a mí. Te puede alterar pensar en el ex novio de tu mujer, te puede molestar que la gente de tu equipo no te obedezca como quieres o darte cuenta de que el pantalón no te cierra y que estás gordo.Tengo que conocerme y comprender de dónde vienen las cosas.

¿Soy así por que mi padre era así?, ¿o porque tuve un trauma de pequeño?, ¿porque nadie me enseñó a tener inteligencia emocional?, ¿porque me siento más cómodo en un rol en el que no expreso emociones, porque si las expreso me siento vulnerable? Comprender es aliviar.

Necesito comprenderme para ser capaz de aceptarme y superar las batallas que tenga que librar.Segundo, tengo que conocer qué me repara, qué me cura, qué me sana: comer bien, hacer deporte, las relaciones, viajar, la cultura, la lectura, la música, por eso debemos tener minutos, momentos y situaciones todos los días, todas las semanas y todos los meses que nos reparen.

En contrapartida al cortisol, mencionas a la oxitocina... Lo que se ha descubierto es que es la hormona de los vínculos sociales, del amor, del cariño, de los abrazos, de las mascotas, de la relación de padres e hijos, de los amigos de verdad, de esos amigos que estás hablando con ellos y te ríes a carcajadas, , y lo que se ha visto es que con la oxitocina bajan tus niveles de cortisol.

Tenemos que potenciar las actitudes y las conductas que potencian la oxitocina: un masaje, tener una mascota, abrazar y hablar con los seres queridos, sin mirar al celular, mirar a los ojos, disfrutar de una buena comida, un buen vino, un plan con la gente que queremos, esos son los mejores antídotos. El mejor antídoto para envejecer bien es: alimentación saludable, dormir bien, ejercicio y vínculos sanos.

“Tengo que conocer qué me repara, qué me cura, qué me sana: comer bien, hacer deporte, las relaciones, viajar, la cultura, la lectura, la música, por eso debemos tener minutos, momentos y situaciones todos los días, todas las semanas y todos los meses que nos reparen”.

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