La muerte de la cantante Dolores O’Riordan, líder de la banda irlandesa The Cranberries, apaga una de las voces más reconocibles de las últimas décadas, inconfundible en temas ya clásicos del rock como Zombie Dreams o Linger.
La artista falleció el lunes de forma repentina en Londres, donde participaba en una sesión de grabación, después de superar unos problemas de salud: depresión y transtorno bipolar, que obligaron a la banda a cancelar en 2017 una gira mundial.
0’Riordan, de 46 años, parecía haber recuperado la fortaleza de su voz, tal y como ella misma explicó en diciembre en el perfil de Facebook de The Cranberries, cuando celebró que había dado en Nueva York (Estados Unidos) su primer concierto “en meses” y que se sentía “genial”.
Uno de los problemas más graves y que le dejó una profunda impronta fue el abuso sexual que padeció de niña, al que ella misma se refirió en numerosas ocasiones.
| La cantante participó en los siete discos de estudio de la banda. Además, lanzó dos álbumes como solista.
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O’Riordan, nacida en Ballybricken, próxima a la ciudad de Limerick (suroeste de Irlanda), destacó muy pronto por su capacidad como cantante para modular sus cuerdas vocales y alternar graves y agudos, en un estilo tradicional irlandés que ella acopló con éxito al pop/rock/grunge de The Cranberries.
Teclista y guitarrista también, estuvo casada con el empresario musical Don Burton, vinculado al grupo británico Duran Duran, pero se separaron en 2014 tras casi 20 años de matrimonio, durante el que tuvieron tres hijos.
En su Limerick natal, Dolores conoció a finales de la década de los años 80 a los otros tres músicos con los que formaría The Cranberries, Feargal Lawler (batería), Mike Hogan (bajo) y Noel Hogan (guitarra).
Tras unos comienzos frustrantes, la banda llegó a cautivar a millones de personas en los años 90.
Canciones para recordarla
“Dreams”. El primer sencillo de su álbum debut, “Everybody else is doing it, so why can’t we?”, los colocó en la mira del mundo. Habla sobre soñar con el amor y volverlo una realidad.
“Linger”. Los recuerdos del primer beso de O’Riordan fueron puestos en la letra de esta canción, que además fue el segundo sencillo de su primer CD.
“Ode To My Family”. A pesar de ser el sucesor de “Zombie”, tuvo el éxito internacional suficiente para ser uno de los temas consentidos de la banda.
“Ridiculous Thoughts”. La letra de esta canción se basó en sus problemas con la prensa británica y los periodistas.
“Just My Imagination”. Uno de los himnos más alegres de la banda, un mensaje para quienes los tachaban de no tener temas tristes en su repertorio.
