Los Ángeles, Estados Unidos.
Mientras algunas actrices que pasan de los 50 años se quejan de que es difícil encontrar buenos papeles en Hollywood, a Robin Wright la edad le ha sentado muy bien en el plano profesional.
Con su papel de la guerrera Antíope en Mujer Maravilla, la actriz consolida una carrera de poco más de tres décadas, en la que, curiosamente, cuanta más madurez adquiere, mejores personajes consigue.
Y aunque quizás mucha gente no la ubique como una estrella taquillera, ha enamorado en pantalla a Tom Hanks, Robin Williams, Daniel Craig y a Sean Penn (a este último también le robó el corazón en la vida real).
Sin embargo, su mayor atributo no es esa pálida belleza rubia y de ojos azules y profundos, sino su predilección por interpretar a mujeres fuertes e independientes que no se someten ante los hombres.
La Princesa prometida (1987), dirigida por Rob Reiner, la presentó al mundo como
Buttercup, una damisela de cuento de hadas que, pese a ser un poco malcriada, hace valer su voz y lucha por lo que quiere.
Justo así es como Wright se ha manejado toda su vida, y como ahora saborea las mieles del éxito.
“Es surreal (la fama), pero me emociona. Entré al negocio de la actuación porque quería mover y tocar a las personas, y me imagino que los premios y el cariño del público quieren decir que conseguí lo que quería.
Antes solía esperar y desear que me dieran roles interesantes. Ahora mi ambición es salir y buscar lo que me mueve y quiero hacer. Incluso, a mi edad, quisiera dirigir”, señaló la actriz a The Telegraph.
Con 55 créditos en películas y series (el primero de 1984, con un papel protagónico en la telenovela matutina
Santa Bárbara),
Wright es la típica actriz que todos han visto alguna vez, aunque quizá no recuerdan dónde.
Muchos la ubicarán mucho más por ser la novia y esposa intermitente de Sean Penn durante casi 13 años. La pareja se conoció en 1989 y engendraron dos hijos, Dylan Frances y Hopper Jack.
Pero también fue Jenny, la novia de Forrest Gump; una drogadicta en Hurlyburly; la hija de un criminal en Moll Flanders, y una madre pedófila en Adoration.
Todos estos papeles, breves pero sustanciosos, desembocaron en 2013 en un protagónico a su altura: el de Claire Underwood, la esposa del maquiavélico Frank ( Kevin Spacey) en la exitosa serie de Netflix House of Cards, a quien su ambición la llevó a ser la actual Presidenta de Estados Unidos.
Y eso mientras entrenaba cinco días a la semana con atletas olímpicos para convertirse en la máxima guerrera de Temiscira para Mujer Maravilla y luchaba por la igualdad de salarios en un Hollywood machista durante su presencia en el reciente
Festival de Cine de Cannes, en Francia.
La intérprete reveló que fue engañada por la productora de House of Cards al hacerle creer que ella ganaba el mismo salario de su coprotagonista varón: Kevin Spacey.
“Me dijeron que me pagarían igual y les creí, y recientemente descubrí que no era verdad”, aseguró Wright.
“Así que es algo que tengo que investigar”, agregó.
La artista ha dejado claro su posición a favor del feminismo y las mismas oportunidades para hombres y mujeres en la industria del cine. “Debemos animar a las nuevas generaciones a expresarse. Feminismo significa igualdad. Y punto. Nos merecemos un mismo salario por el mismo trabajo”, expresó.
Mientras algunas actrices que pasan de los 50 años se quejan de que es difícil encontrar buenos papeles en Hollywood, a Robin Wright la edad le ha sentado muy bien en el plano profesional.
Con su papel de la guerrera Antíope en Mujer Maravilla, la actriz consolida una carrera de poco más de tres décadas, en la que, curiosamente, cuanta más madurez adquiere, mejores personajes consigue.
Y aunque quizás mucha gente no la ubique como una estrella taquillera, ha enamorado en pantalla a Tom Hanks, Robin Williams, Daniel Craig y a Sean Penn (a este último también le robó el corazón en la vida real).
Sin embargo, su mayor atributo no es esa pálida belleza rubia y de ojos azules y profundos, sino su predilección por interpretar a mujeres fuertes e independientes que no se someten ante los hombres.
| Interpreta a la guerrera Antíope en “Mujer Maravilla”.
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Justo así es como Wright se ha manejado toda su vida, y como ahora saborea las mieles del éxito.
“Es surreal (la fama), pero me emociona. Entré al negocio de la actuación porque quería mover y tocar a las personas, y me imagino que los premios y el cariño del público quieren decir que conseguí lo que quería.
Antes solía esperar y desear que me dieran roles interesantes. Ahora mi ambición es salir y buscar lo que me mueve y quiero hacer. Incluso, a mi edad, quisiera dirigir”, señaló la actriz a The Telegraph.
| Robin Wright es conocida en todo el mundo por su personaje de “Jenny”, el gran amor de Tom Hanks en la conmovedora película “Forrest Gump”.
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Muchos la ubicarán mucho más por ser la novia y esposa intermitente de Sean Penn durante casi 13 años. La pareja se conoció en 1989 y engendraron dos hijos, Dylan Frances y Hopper Jack.
Pero también fue Jenny, la novia de Forrest Gump; una drogadicta en Hurlyburly; la hija de un criminal en Moll Flanders, y una madre pedófila en Adoration.
Todos estos papeles, breves pero sustanciosos, desembocaron en 2013 en un protagónico a su altura: el de Claire Underwood, la esposa del maquiavélico Frank ( Kevin Spacey) en la exitosa serie de Netflix House of Cards, a quien su ambición la llevó a ser la actual Presidenta de Estados Unidos.
| Junto con Kevin Spacey protagoniza el drama político de Netflix: “House of Cards”.
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La intérprete reveló que fue engañada por la productora de House of Cards al hacerle creer que ella ganaba el mismo salario de su coprotagonista varón: Kevin Spacey.
“Me dijeron que me pagarían igual y les creí, y recientemente descubrí que no era verdad”, aseguró Wright.
“Así que es algo que tengo que investigar”, agregó.
La artista ha dejado claro su posición a favor del feminismo y las mismas oportunidades para hombres y mujeres en la industria del cine. “Debemos animar a las nuevas generaciones a expresarse. Feminismo significa igualdad. Y punto. Nos merecemos un mismo salario por el mismo trabajo”, expresó.
| Patty Jenkins, la directora de “Mujer Maravilla”, Gal Gadot, Robin Wright y Lynda Carter.
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