La competencia entre Samsung y Apple no da tregua y la una trata de superar a la otra en presentar el mejor producto, o cuando menos uno que sea tan bueno como el de su rival.
Samsung se queda con la ventaja inicial pues el Galaxy S8, lanzado a finales de marzo puede considerarse el dispositivo más avanzado del momento en términos de incorporación de tecnología de punta, lo que incluye el más reciente procesador de Snapdragon, el modelo 835, que entre otras cosas ofrece la capacidad de funcionar con una de las redes inalámbricas más rápidas de la actualidad, la 4G Gigabit LTE.
Esta red, que según el sitio OpenSignal es unas 18 veces más rápida que otras redes, está en camino a convertirse en un estándar de uso común, por lo que a las operadoras telefónicas les interesa que haya aparatos que sean capaces de utilizarla.
Ahora viene el caso de Apple y su iPhone 8, el cual es señalado como el más avanzado alguna vez creado por la compañía de la manzana, y más aún si se considera que su lanzamiento, previsto para septiembre próximo, coincide con el décimo aniversario del lanzamiento del primer iPhone.
Sin embargo, de acuerdo con lo que informa el sitio CNet en español, Apple no utilizará la misma tecnología de procesamiento pues diseña sus propios procesadores y en materia de conectividad depende de módems fabricados por compañías como Qualcomm o Intel.
De modo que Apple, en aras de la uniformidad, podría reducir la velocidad de los módems de Qualcomm para ajustarla a los de Intel.
En resumen, Samsung ofrece desde ya un aparato que, al menos por ahora, parece más rápido de lo que será iPhone 8.
Aunque Apple no ha dado ninguna información oficial al respecto, tiene de la ventaja de tener algunos meses para encontrar una solución para este aparente problema.