Grabar películas, localizar a desaparecidos en desastres naturales y entregar pedidos en cuestión de horas. Esto y mucho más es lo que pueden hacer los drones, que este año han ganado terreno y espacio aéreo en el congreso mundial de móviles, donde por primera vez tienen un espacio propio.
Con este gesto, los organizadores del congreso hacen patente su apuesta por los dispositivos aéreos no tripulados como una fuente de innovación para los próximos años.
El aumento de la autonomía -horas de vuelo- y de prestaciones de los drones y su versatilidad ha animado a muchos emprendedores a apostar por este sector, y una prueba de ello es el pabellón número 8 del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona.
Uno de los puntos más concurridos es el expositor de Drone n Base, una empresa polaca que se sirve de los drones y la realidad virtual para desarrollar videojuegos que permiten convertir cualquier espacio en, por ejemplo, un campo de batalla.
Muchos curiosos también se detienen para descubrir los últimos modelos de la china DJI, que ha aprovechado el congreso para presentar su serie Matrice 200, con drones capaces de volar en condiciones climatológicas adversas.
Concretamente, aseguran un vuelo estable en vientos de velocidades de hasta 35 kilómetros por hora, son resistentes al agua y disponen de un nuevo sistema de batería dual que calienta las baterías automáticamente en vuelos a temperaturas bajo cero, evitando que se congelen.
Y además del espacio reservado en el congreso, los drones han sido protagonistas a lo largo de la semana gracias a los anuncios relacionados con ellos que han hecho varias compañías ajenas al sector.
Es el caso de Ford, que plantea una ciudad futurista en la que los vehículos y los drones se alían para superar las dificultades de las urbes para cubrir de forma más eficiente las necesidades de transporte de mercancías.