He dicho, y escrito, en más de una ocasión que nadie es feliz a solas y que, también, nadie es desgraciado a solas; que, como no somos islas y, ordinariamente, interactuamos con personas de diversos talantes,
Aunque en más de una ocasión he escrito sobre la importancia de la autenticidad, que no es más un reflejo de la integridad interior, y de la necesidad de despojarse de las máscaras y de evitar su uso para
El Camino de Santiago es un anhelo que ha estado en mi lista de deseos desde hace varios años. Se trata de una experiencia que ha trascendido siglos y que se revela ante los intrépidos viajeros como