Tegucigalpa, Honduras.
“El corazón me llamó, por una corazonada llegué acá”, confesó don Adalid Castillo, padre del joven Olman Adalid Castillo Calderón (de 18 años), estudiante del Instituto Central Vicente Cáceres encontrado muerto la tarde de ayer.
El centralista fue descubierto sin vida dentro de un costal blanco por su padre, en un área llena de maleza en la colonia Nueva Esperanza, cruzando la calle al otro lado del muro perimetral del colegio en el que cursaba su último año de diversificado.
El padre de Olman Adalid relató que todos los días lo iba a dejar al colegio y en las tardes él se venía con los amigos por el bulevar FF AA.
Como residía junto con sus padres en la colonia Divanna, después de salir del colegio se iba caminando hasta su casa.
Búsqueda
“Él me dijo que se iba a venir por acá, yo me vine a encontrarlo y allá arriba (cerca del puente peatonal) estaban unos amigos y se perdió en un trayecto de dos cuadras”, detalló el progenitor.
Cuando el padre fue a su encuentro el joven había desaparecido sin ninguna explicación.
Olman salió el lunes a las 5:15 pm del ICVC con dirección a su casa y en el bulevar FF AA fue raptado por desconocidos.
El hallazgo del cuerpo sin vida se dio después de que fueran descubiertas varias prendas de vestir similares a las utilizadas por los estudiantes del Central. A unos 10 metros de donde se encontró la mochila, el pantalón y cubayera, estaba el cuerpo del jovencito dentro de un saco, con manchas visibles de sangre.
Fue en ese momento que don Adalid pudo constatar que quien estaba dentro del costal era su hijo Olman Adalid.
Castillo Calderón cursaba el tercero de comercio y en noviembre de este año se graduaría de perito mercantil y contador público.
El pasado viernes 23 de junio, a las 7:00 pm, encontraron muerta en La Arenera, cerca de la Arturo Quezada, a la también estudiante del Central Rebeca Abigaíl Torres (de 15). La menor era pasante del segundo curso de ciclo y fue raptada junto con cuatro de sus compañeras, a quienes luego dejaron libres.
“El corazón me llamó, por una corazonada llegué acá”, confesó don Adalid Castillo, padre del joven Olman Adalid Castillo Calderón (de 18 años), estudiante del Instituto Central Vicente Cáceres encontrado muerto la tarde de ayer.
El centralista fue descubierto sin vida dentro de un costal blanco por su padre, en un área llena de maleza en la colonia Nueva Esperanza, cruzando la calle al otro lado del muro perimetral del colegio en el que cursaba su último año de diversificado.
El padre de Olman Adalid relató que todos los días lo iba a dejar al colegio y en las tardes él se venía con los amigos por el bulevar FF AA.
Como residía junto con sus padres en la colonia Divanna, después de salir del colegio se iba caminando hasta su casa.
| Personal de Medicina Forense, con ayuda de militares, retiró el cadáver del lugar, ante la mirada del padre del estudiante ultimado.
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“Él me dijo que se iba a venir por acá, yo me vine a encontrarlo y allá arriba (cerca del puente peatonal) estaban unos amigos y se perdió en un trayecto de dos cuadras”, detalló el progenitor.
Cuando el padre fue a su encuentro el joven había desaparecido sin ninguna explicación.
Olman salió el lunes a las 5:15 pm del ICVC con dirección a su casa y en el bulevar FF AA fue raptado por desconocidos.
El hallazgo del cuerpo sin vida se dio después de que fueran descubiertas varias prendas de vestir similares a las utilizadas por los estudiantes del Central. A unos 10 metros de donde se encontró la mochila, el pantalón y cubayera, estaba el cuerpo del jovencito dentro de un saco, con manchas visibles de sangre.
| Las libretas y fólderes, al igual que sus prendas de vestir, estaban cerca de donde dejaron el cuerpo del joven.
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Castillo Calderón cursaba el tercero de comercio y en noviembre de este año se graduaría de perito mercantil y contador público.
El pasado viernes 23 de junio, a las 7:00 pm, encontraron muerta en La Arenera, cerca de la Arturo Quezada, a la también estudiante del Central Rebeca Abigaíl Torres (de 15). La menor era pasante del segundo curso de ciclo y fue raptada junto con cuatro de sus compañeras, a quienes luego dejaron libres.
