25/04/2024
03:44 PM

Declaran culpables a policías por crimen del hijo de la rectora

Por unanimidad, el Tribunal de Sentencia dictó ayer la condena por dos delitos de asesinato y uno por abuso de autoridad.

    La Sala Dos del Tribunal de Sentencia, con jurisdicción nacional, dictó ayer sentencia condenatoria contra los expolicías Santos Arnulfo Padilla, José Rubén Pozo López, Gabriel Donatilo Marcia Hernández y Wilson Roberto Córdova Rodríguez, quienes estaban asignados el Distrito 1-6, ubicado en el barrio La Granja de la capital.

    Por unanimidad, el Tribunal los declaró culpables por dos delitos de asesinato y un abuso de autoridad en perjuicio de los universitarios Rafael Alejandro Vargas Castellanos y Carlos David Pineda Rodríguez.

    Los tres jueces validaron como hechos probados que a la 1:30 am del 22 de octubre de 2011 los dos universitarios se marcharon de una reunión, para lo cual abordaron un vehículo Toyota Rav-4, conducido por Rafael Vargas. Entre la 1:45 y las 2:00 am llegaron a un karaoke, donde se les impidió ingresar, pues estaban por cerrar, por lo que se dio una pequeña discusión entre los jóvenes y guardias.

    En una patrulla M1-92 se conducían Wilfredo Figueroa, conductor; Carlos Yovani Galeas, jefe; Santos Arnulfo Padilla, operador; y José Rubén Pozo, apoyo, quienes atendieron el llamado de los guardias. Los universitarios abandonaron el sitio con rumbo al bulevar que conduce al aeropuerto Toncontín. Al no acatar la orden de detenerse, los policías hicieron cuatro disparos contra el vehículo con fusiles Galil, uno de los cuales impactó por la espalda a Vargas, quien era el conductor, y lo obligó a detener el auto en la calle principal de la colonia 15 de Septiembre. La acción denotó un acto arbitrario.

    Vargas fue bajado del auto y subido en la parte trasera de la patrulla, dos policías entraron en la camioneta custodiando a Pineda y ambos vehículos se dirigieron al sur de la capital. A la altura de la colonia Loarque recibieron la ayuda de la patrulla M1-30, que tripulaban Marcia y Córdova. Estos últimos vieron cuando Rafael Vargas se encontraba herido al ser subido en su patrulla.

    Lejos de darle protección llevándolo a un hospital para salvarle la vida, lo entregaron luego a los policías de la patrulla M1-92, quienes los trasladaron a un sector oscuro y despoblado de la aldea Villarreal, salida al sur, para ultimarlos. Además de la herida que le produjo el fusil, Vargas recibió dos disparos en su cabeza y Pineda, tres en la misma zona, con arma nueve milímetros.

    En las patrullas se encontraron cabellos de las víctimas y sangre de Vargas. El Tribunal aceptó otras pruebas aportadas por la Fiscalía. “Por unanimidad de votos, los declaramos culpables por los delitos de asesinato, a título de autor, en perjuicio de los jóvenes Rafael Alejandro Vargas Castellanos y Carlos David Pineda Rodríguez... y un abuso de autoridad”, les dictó la jueza coordinadora a los cuatro expolicías que escucharon de pie su sentencia. A Santos Padilla y José Rubén Pozo se les declaró culpables a título de coautores por dos delitos de asesinato, con alevosía, y abuso de autoridad. A Marcia y Córdova, por comisión de asesinato, por omisión impropia, más el abuso de autoridad. Los cuatro expolicías fueron remitidos a la Penitenciaría Nacional, en Támara.

    El Código Penal castiga el delito de asesinato con 20 a 30 años de reclusión; el abuso de autoridad, con 3 a 6 años. La sentencia del Tribunal es en concurso real, lo que significa la sumatoria de las penas de los delitos. En este caso, por ser dos delitos de asesinato y un abuso de autoridad, la mínima asciende a 43 y la máxima a 66 años de prisión.

    Vargas era hijo de la rectora de la Unah, Julieta Castellanos. “Hubiera preferido que estos policías no se atravesaran en la vida de nuestros hijos y todos estos meses hemos querido justicia”, dijo.

    Agradeció a fiscales y testigos y valoró la objetividad del Tribunal. “Se hizo justicia, esperábamos este fallo, aunque la lucha continúa”, dijo Aurora Pineda, madre de Carlos.