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Piden cien años de cárcel para los dos asesinos de Sammy Abufele

  • 24 abril 2018 /

Los imputados son Darwin Varela Castillo, alias Lágrima, y Cristian Chavarría, alias Smoking. Están recluidos en el Pozo I, en Ilama, Santa Bárbara.

    San Pedro Sula, Honduras.

    El Ministerio Público pide la condena de cien años de prisión para dos pandilleros de la 18 que fueron hallados culpables del asesinato contra el empresario Sammy Abufele Salomón y su guardaespaldas Agustín Reyes García.

    Los acusados son Darwin Alberto Varela Castillo, alias Lágrima, y Cristian Jesús Chavarría, alias Smoking, a quienes la Fiscalía Especial de Delitos contra la Vida acusó de asesinato, asociación ilícita y almacenamiento de armas de fuego y municiones de uso prohibido.

    El 15 de mayo, el Ministerio Público pedirá para los pandilleros las condenas de 60 años por el delito de asesinato, 15 años por asociación ilícita y por portación de armas y munición prohibida demandan 25 años de reclusión.

    Elvis Guzmán, vocero del Ministerio Público, manifestó que la pena sería de cien años de reclusión, ya que el Ministerio Público acreditó la participación de los dos pandilleros. De acuerdo con las investigaciones del doble asesinato, aún hay pendientes órdenes de captura porque al parecer fueron cuatro personas las que participaron en el hecho criminal ocurrido el cinco de septiembre de 2015 en la cinco calle, 15 avenida del barrio Suyapa.

    Al Lágrima, quien es considerado cabecilla de la Pandilla 18, le ampliaron el requerimiento por los delitos de almacenamiento de armas prohibidas y armas comerciales, ya que cuando los capturaron les encontraron dos fusiles AR-15 con cuatro cargadores, 45 proyectiles, un silenciador para fusil AR-15 y una pistola calibre 9 milímetros. Según el requerimiento fiscal, varios testigos señalan al Lágrima y Smokin como los dos hombres que le dispararon al empresario y su guardaespaldas.

    Sammy Abufele Salomón fue interceptado por los criminales y al resultar gravemente herido, familiares lo llevaron de emergencia a un centro asistencial, adonde murió cuando era intervenido quirúrgicamente.

    El respetado hombre de negocios era dueño de la empresa de helados Inversiones Frosty Honduras, una de las más reconocidas y tradicionales en su ramo.