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'A Dios le dejo lo que le hicieron a mi hijo”

  • 03 agosto 2018 /

Luis Enrique fue despedido ayer en medio del dolor de amigos y familiares que lo recuerdan como una persona con mucha energía.

    San Pedro Sula, Honduras.

    “Solo una madre entiende este dolor. Mataron a mi hijo que era una persona que lo único que tenía eran sueños para su futuro”, dijo Maribel Acosta, madre del joven Luis Enrique Acosta Hernández, a quien sujetos le dispararon desde un carro en la colonia Colombia. Ayer, Maribel Acosta no podía contener sus lágrimas al recordar los momentos que vivió con su hijo de 22 años, quien pertenecía al club de motociclismo Street Biker Club de San Pedro Sula.

    Luis Enrique, según su madre, era un joven que tenía muchas energías, siempre andaba sonriente “y cuando saludaba a las personas en vez de darle la mano les daba un abrazo”. La madre relató que su hijo salió de su casa en la colonia Villa Olímpica a un velorio de un familiar de uno de sus amigos y habló con él por celular a las 10:46 pm.

    Luis Enrique estuvo la noche del miércoles 1 de agosto en el velorio con su novia en la colonia Colombia, pero como a las 3:00 am decidieron irse juntos. “Él arrancó la moto para que su novia saliera y la abordara, pero se le cayó una pieza y Luis se bajó y se fue caminando a recogerla y en ese momento le dispararon”, dijo Maribel Acosta.

    Motociclista 1

    Según testigos que estaban en las afueras del velatorio, desde un pick up 3.0, doble cabina, sujetos dispararon en varias ocasiones y dos de los balazos le penetraron en el costado a Luis Enrique.

    El joven se tiró a una zacatera y los demás corrieron a auxiliarlo, pues se estaba desangrando. Luego en un carro particular, el muchacho fue llevado al hospital Mario Rivas, adonde de inmediato lo metieron al quirófano.En horas de la tarde, su madre Maribel Acosta dijo que logró entrar en la sala adonde lo tenía y estuvo hablando con ella.Luis Enrique solo sabía que le habían disparado, pero no logró ver a los hechores, pues se disponía a recoger la pieza de su moto cuando le dispararon.

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    “Solo sentí el dolor y me tiré al zacate, pero ellos no dijeron nada, solo dispararon”, le contó Luis a su madre en el hospital. Las balas le perforaron uno de los pulmones que los cirujanos le extrajeron, le reconstruyeron sus intestinos y tenían que estarle drenando la sangre después de la intervención quirúrgica. Aunque ningún médico habló con los familiares, supieron que el estado del joven era delicado, pero tenían esperanzas de que sobreviviría porque después de la operación estuvo hablando.

    La madrugada del 2 de agosto, Luis Enrique murió de un paro respiratorio y tampoco el personal del hospital le dijo a su familia, los que a pesar de estar esperando se dieron cuanta casi dos horas después. Luis Enrique, como miembro del club de motociclistas, era uno de los organizadores de eventos y se preparaba para viajar a El Salvador; como parte de las actividades ayudaba a personas necesitadas.

    motociclista 2

    “Yo solo le dejo a Dios las cosas, no soy nadie para juzgar, él tocará el corazón de las personas que me quitaron a mi hijo”, lamentó Maribel Acosta.

    Luis Enrique fue sepultado ayer en medio del dolor y las despedidas de sus amigos motociclistas.