25/04/2024
08:46 AM

Acusan a mujer de crimen de niño hondureño en EUA

  • 08 noviembre 2017 /

Colón, Honduras

Una mujer hondureña fue detenida por la Policía de Indianápolis, Estados Unidos, por ser la principal sospechosa del crimen de un niño hondureño de apenas tres años de edad, según informó ayer la Policía del condado de Marion.

El tío del menor y marido de la mujer detenida, llevó al niño de Honduras a EUA.

Dilcia Chávez Claros (de 30 años) y su esposo Víctor Cubas decidieron llevarse al pequeño Ihian Antonio Villatoro Rivas (de tres) para EUA desde la aldea Zamora, en Tocoa, Colón. La intensión era que el pequeño le sirviera como escudo a Cubas para poder ingresar ilegalmente a ese país, adonde Chavez ya permanecía.

Siguatepeque
Dilcia Chávez Claros es originaria de Siguatepeque y Víctor Cubas, de Zamora, en Tocoa, Colón.

Cubas es tío de la madre del pequeño y la convenció que se lo prestara para emprender el sueño americano, una buena oportunidad que la progenitora quiso para su vástago, quien nació con problemas en el corazón y su padre fue asesinado cuando él apenas era un bebé.

El caso de Ihian trascendió ayer en medios estadounidenses, luego que la Policía de Indianápolis capturara a Dilcia Chávez Claros.

Foto: La Prensa

En la aldea de Zamora viven de forma humilde los familiares paternos del pequeño, quienes aún recuerdan cómo él jugaba con otros niños en el patio de la casa de su abuela.

El niño presentaba lesiones graves en la cabeza y el cerebro.

De acuerdo con un informe inicial hecho por Claros, el niño se cayó de una litera y perdió el conocimiento.

Sin embargo, un médico del Hospital Riley para Niños, centro en el que internaron a Ihian, dijo que una caída desde una litera al piso alfombrado no crearía suficiente fuerza de impacto como para causar la lesión del infante. El doctor concluyó que la lesión no fue accidental y, en cambio, sí es consistente con el abuso infantil.

Mientras investigaban la muerte del niño, los detectives descubrieron detalles que rodean sospechas de abuso que datan de principios de septiembre.

Debido a las investigaciones policiales de Indianápolis y los relatos de la madre biológica en Honduras sospechan en que el niño estaba siendo maltratado. “Dejé de tener comunicación con él (Ihian) porque no me respondían las llamadas, les pedía fotos del niño y no me respondían ellos (Dilcia y Víctor). Ya no sabía en qué estado estaba el niño, si estaba bien o mal. Ella solo me decía que estaba bien”, expresó a LA PRENSA Katerine Lizeth Rivas, madre del pequeño.

La joven madre, que se gana la vida haciendo tortillas en la colonia Gayardo de la aldea de Zamora, confesó que accedió a prestarle su hijo a su tío por la situación de pobreza en que se encuentra y pensando en lo mejor para su pequeño.

“Yo se lo di para un futuro mejor para mi hijo, pues detrás de él me iba a ir yo con mi otra niña también, pero todo fue mentira”, relató.

“Yo se los pedía que me lo mandara, pero solo decían que sí, pero nunca lo hicieron”, dijo con impotencia.

Recuerda que su niño salió junto con su tío la noche del 3 de enero de este año, de la aldea de Zamora.

“Si yo me lo hubiera imaginado que él iba a sufrir jamás lo hubiera dejado ir, quisiera retroceder el tiempo, pero es algo imposible”, relató la madre en tono de arrepentimiento.

Contó que desde el sábado le dijeron que su hijo se había caído y que sufrió golpes en el cerebro: “A los tres días me respondió mi tío y dijo que el niño no tenía comunicación conmigo, porque lo tenía internado, dormidito lo tenían con anestesia por la operación y que ya después él despertó y que no aguantó la operación en su cabecita”, relató Rivas llorando.

Mencionó que a la acusada de matar a su hijo la conoció en Siguatepeque, estuvo conviviendo con ella un mes, aunque con su tío ya tenían dos años de estar juntos.

“No sé por qué se ensañó tanto con mi niño y agarró rabia contra él. Él era un niño tranquilo, juguetón, no habían motivos para que le hicieran eso jamás, no tenía el derecho ella de quitarle la vida; él solo tenía tres añitos”, expresó.

“Él platicaba conmigo cuando le llamaba, me escuchaba y me decía: ‘mami no estés triste que yo estoy grande, estoy bonito mami, algún día te voy a ver’, decía”, recordó la madre. La familia del pequeño y la comunidad de Zamora no pueden asimilar esta tragedia.