San Pedro Sula, Honduras
Sicarios que se conducían en una motocicleta y una camioneta ultimaron ayer a balazos a un guardaespaldas de las oficinas regionales de la Procuraduría General de la República (PGR) en la avenida Nueva Orleans.
El muerto es Marcelino Murillo Hernández (de 62 años), quien vivía en Villanueva, Cortés, conforme a lo informado por sus parientes. El crimen de Murillo se produjo minutos antes de las 8:00 am. Con el escolta de la PGR viajaba una compañera de trabajo que es procuradora y a quien los sicarios le perdonaron la vida.
Las autoridades policiales informaron que, conforme a lo relatado por testigos, el carro de Murillo circulaba por la avenida Nueva Orleans rumbo al sur en ruta a las oficinas regionales de la PGR situadas en el barrio La Guardia, a unas diez cuadras de donde fue el crimen.
Cuando el turismo color azul de Murillo iba frente a las instalaciones del Centro Técnico Hondureño Alemán fue atacado a balazos por unos individuos que se transportaban en una camioneta Pontiac verde y por otros tipos que iban en una motocicleta negra. Murillo ya herido aceleró la marcha de su carro y los homicidas lo persiguieron sin dejarle de disparar.
En la huida, el vehículo del guardaespaldas colisionó una cuadra adelante con un turismo gris y después se estrelló con la parte trasera de un bus que cubre la ruta de la aldea El Calán de Villanueva a San Pedro Sula. Al estrellarse el carro del victimado con el bus, dos de los homicidas se bajaron de la camioneta verde y le ordenaron a la mujer que viajaba con Murillo que se bajara y se fuera, y después remataron al escolta.
Los compañeros de trabajo de Murillo que llegaron a la escena del crimen comentaron que tenía seis años de trabajar en la PGR, donde era guardaespaldas de los procuradores. Daniel Murillo, hermano del victimado, dijo: “Lo único que yo pido a las autoridades es que investiguen la muerte de mi hermano para que no quede impune otro caso más”.
Murillo indicó que su hermano era un hombre de bien muy conocido y querido en Villanueva. Expresó que no cree que lo mataron por su trabajo y dijo que tampoco tenía enemigos. Expresó que Marcelino es víctima de la inseguridad que vive el país “y hay que llamar la atención matando gente”.
La Policía investiga la participación de pandilleros en el crimen.
