27/04/2024
07:00 AM

'Cuidame al niño”, dijo Magda antes de caer bajo la 'Bestia”

La Ceiba, Honduras.

“Ya estamos en la frontera y vamos a cruzar al otro lado. Cuídame bien al niño”, fueron las últimas palabras que escuchó Julio Guerrero de su compañera de hogar Magda Francisca Meléndez Chávez (18), a las 7:30 pm de este sábado.

Unas horas después, su sueño americano quedó bajo las temibles vías del tren denominado la “Bestia”.

La joven originaria de la pintoresca comunidad garífuna de Corozal, a diez minutos de La Ceiba, había caído de la parte alta de uno de los vagones del tren y en segundos fue seccionada en dos por el ferrocarril asesino de inmigrantes.

Las ilusiones de reencontrarse con su madre y su hermano, quienes viven en Estados Unidos desde hace nueve años, quedaron en Nuevo Laredo, Tamaulipas, México, adonde ocurrió el fatal percance.

La vivienda donde vivía Magda Chávez con su esposo, su hijo de dos años y sus hermanos ya no será la misma sin la alegría que le impregnaba la joven.
Sus cuatro hermanos y su esposo, con quien residía la muchacha en una humilde vivienda de la aldea, recibieron la triste noticia a través de una llamada telefónica que les hizo la madre de la fallecida el domingo en la mañana, luego que fuera contactada por una de las personas que la acompañaban en la travesía.

“Mi hermana me dijo que se iba mojada para darles un mejor futuro a su hijo y nosotros. El último día que hablé con ella fue el mi?rcoles. Me dijo que estaba bien y que le cuidara a su hijo”, manifestó Katerine Iracema Meléndez, hermana mayor de Magda. La joven garífuna se fue ilegal hace un mes junto con cinco personas más de su pueblo, pagando a un coyote de ahí mismo. Su compañero de hogar manifiesta que está confundido, ya que el “pollero” con el que se fue su querida Magda le ha dado dos versiones de cómo ocurrió su muerte.

“Me dice una cosa y luego otra. Primero dijo que ella iba arriba del tren y en un abrir y cerrar de ojos se resbaló y se cayó. Al día siguiente dice que tomaron el tren para pasar al otro lado y no cruzar el río y que en la estación de pronto llegaron los Zetas y comenzaron a disparar y que Magda se metió bajo las vías del tren que no estaba en movimiento y luego que quizo salir, el tren se puso en movimiento y ahí fue cuando la atropelló”.

“Era una muchacha muy tranquila que se ganaba la vida como estilista y se fue porque la situación en el pueblo está difícil”, dijo Yilian David, una vecina de la familia.
La muchacha fue seccionada en dos, cuyas fotografías fueron publicadas sin censura en medios de comunicación mexicanos y en redes sociales, las que Julio no ha tenido el valor de observar.

Asegura que quiere recordarla así de bonita como cuando se casó con ella hace unos tres años. Los parientes y vecinos iniciaron una maratón con el fin de recolectar fondos y poder repatriar el cuerpo. La Cancillería hondureña les ha prometido ayuda y solicita la presencia en Tegucigalpa de los familiares para comenzar con los trámites de repatriación desde México.

Foto: La Prensa