San Pedro Sula, Honduras.
El temor invade a conductores, ayudantes y pasajeros cada vez que abordan los rapiditos del sector El Carmen porque siguen amenazados por los delincuentes.
A pesar de la necesidad de llevar el sustento a sus hogares, más de 30 unidades de la empresa Conejos no laboraron ayer porque en menos de una semana delincuentes incendiaron dos unidades.
“Sabemos que salimos de nuestras casas, pero no sabemos si regresaremos, han asesinado a tantos compañeros que no sabemos cuándo nos tocará a nosotros”, expresó uno de los afectados.
El miércoles 27 de abril, un rapidito de la empresa Conejos fue interceptado por criminales, quienes bajaron al conductor y ayudante y se llevaron la unidad a un sector del segundo anillo periférico, adonde la rociaron de diésel para prenderle fuego. Ese mismo día en horas de la mañana, la Policía allanó viviendas en la colonia Lomas del Carmen, ahí capturaron a miembros de la banda los Tacamiche, entre ellos el supuesto cabecilla Sergio Nahún Pérez Lara, Checho, quien tenía orden de captura pendiente por asesinato, asociación ilícita y encubrimiento. El Checho es investigado por asesinatos a transportistas y personas que aparecen encostaladas, la Policía investiga si los atentados a los transportistas se deben a represalias por esas capturas.
Cinco días después, otro bus de la empresa Escudos también fue interceptado por cuatro delincuentes que se bajaron de una camioneta roja y en cuestión de segundos incendiaron el bus.
“Las pérdidas son muy grandes porque los buses son modelos nuevos que con el trabajo diario son pagados a las agencias. Lo que sí podemos agradecer es que respetan la vida de las personas, nosotros somos solo empleados que para poder ganar unos cuantos lempiras tenemos que levantarnos a las 4:00 am y regresar a las 10:00 pm a nuestras casas”, relató un ayudante de buses.
Equipos de diferentes unidades de investigación trabajan en el caso y se atreven a asegurar que los últimos atentados no fueron por extorsión.
Acciones
Jorge Rodríguez, vocero regional de la Policía Nacional, informó que tienen asignadas varias patrullas motorizadas que recorren la rutas de los rapiditos para tener mayor agilidad al momento que quieran provocar otro hecho violento.
“Se maneja información que la quema de los buses no ha sido por extorsión. La Dirección Policial de Investigaciones está avanzando en las averiguaciones”, añadió.
El temor invade a conductores, ayudantes y pasajeros cada vez que abordan los rapiditos del sector El Carmen porque siguen amenazados por los delincuentes.
A pesar de la necesidad de llevar el sustento a sus hogares, más de 30 unidades de la empresa Conejos no laboraron ayer porque en menos de una semana delincuentes incendiaron dos unidades.
“Sabemos que salimos de nuestras casas, pero no sabemos si regresaremos, han asesinado a tantos compañeros que no sabemos cuándo nos tocará a nosotros”, expresó uno de los afectados.
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Muertes de transportistas
Han ocurrido en lo que va de 2016 a nivel nacional, la mayoría de los asesinatos siguen impunes. Según datos del Observatorio de la violencia de la Unah, en 2015 murieron de forma violenta 285 conductores y ayudantes de buses y taxis.
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El miércoles 27 de abril, un rapidito de la empresa Conejos fue interceptado por criminales, quienes bajaron al conductor y ayudante y se llevaron la unidad a un sector del segundo anillo periférico, adonde la rociaron de diésel para prenderle fuego. Ese mismo día en horas de la mañana, la Policía allanó viviendas en la colonia Lomas del Carmen, ahí capturaron a miembros de la banda los Tacamiche, entre ellos el supuesto cabecilla Sergio Nahún Pérez Lara, Checho, quien tenía orden de captura pendiente por asesinato, asociación ilícita y encubrimiento. El Checho es investigado por asesinatos a transportistas y personas que aparecen encostaladas, la Policía investiga si los atentados a los transportistas se deben a represalias por esas capturas.
 Por inseguridad ayer no laboró una empresa que cubre el sector El Carmen.
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“Las pérdidas son muy grandes porque los buses son modelos nuevos que con el trabajo diario son pagados a las agencias. Lo que sí podemos agradecer es que respetan la vida de las personas, nosotros somos solo empleados que para poder ganar unos cuantos lempiras tenemos que levantarnos a las 4:00 am y regresar a las 10:00 pm a nuestras casas”, relató un ayudante de buses.
Equipos de diferentes unidades de investigación trabajan en el caso y se atreven a asegurar que los últimos atentados no fueron por extorsión.
Acciones
Jorge Rodríguez, vocero regional de la Policía Nacional, informó que tienen asignadas varias patrullas motorizadas que recorren la rutas de los rapiditos para tener mayor agilidad al momento que quieran provocar otro hecho violento.
“Se maneja información que la quema de los buses no ha sido por extorsión. La Dirección Policial de Investigaciones está avanzando en las averiguaciones”, añadió.
