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'Mi familia me traicionó”: Juan Carlos Arvizú

  • 09 febrero 2016 /

Tegucigalpa, Honduras.

Las indagaciones de los cuerpos de investigación e inteligencia desde el 2013 los ha llevado a identificar a un posible sucesor de Juan Carlos Arvizú Hernández, alias Lanchita.

Fuentes ligadas a la investigación del caso revelaron que el presunto sucesor también es originario de La Ceiba, Atlántida, al igual que el extraditable capturado el domingo en una residencia de San Pedro Sula, Cortés.

“Lo tenemos identificado, pero hay que seguir vigilando sus movimientos porque de registrarse actividades ilícitas de su parte se procederá a detenerlo”, comentó la fuente. Explicó que actualmente no se le puede dar captura porque está en proceso de investigación y se busca recabar el mayor número de pruebas para presentarlas en el desarrollo del juicio una vez que se le detenga.

“Él lleva algún tiempo trabajando para Lanchita, conoce todos los movimientos y las personas con las que negociaba nacional e internacionalmente, ya que era su hombre de confianza y por eso no se descarta que sea quien tome su puesto, así como él (Lanchita) lo hizo con (Marcos) Merren”, expresó.

Bienes

En las investigaciones preliminares realizadas por los detectives se determinó que de los dos vehículos que se encontraron en la residencia el día de la captura, un Toyota Lexus blindado gris y un pick-up negro de la misma marca, también blindado, ninguno está a nombre del detenido, que fue solicitado en extradición por Estados Unidos por tráfico ilegal de drogas.

“No resultaría extraño que las casas donde se ha hospedado en Utila, La Ceiba y San Pedro Sula sean de personas particulares y no de su familia”, dijo. En el tiempo de vigilancia y seguimiento, las autoridades pudieron establecer que el extraditable no tendría una buena relación con su familia, ya que en pocas ocasiones tiene contacto con ellos. Recordó que al momento de su detención, él (Lanchita) responsabilizó a varios de sus parientes de haber revelado a la Policía Nacional dónde estaba viviendo. El extraditable sentenció con matar a sus familiares por haberlo traicionado al momento de la captura.

A pesar de las diferencias con sus parientes de sangre, el presunto narco independiente nunca se separó de su esposa e hijos. Horas antes de ser detenido, el extraditable habría sospechado que sería capturado y sacó de la casa a su familia, quedando él solo. Cuando se decidió a abandonar la residencia fue rodeado por agentes de inteligencia de la Policía Nacional y pensó que eran sicarios que lo iban a matar, por lo que desesperadamente les pedía “No me maten... No me maten”, por lo que un oficial le informó que su captura era por tener una solicitud de extradición de Estados Unidos.