San Pedro Sula, Honduras.
“Siento que he resucitado de la muerte”, así empezó a relatar Lesbia Sulay Perdomo los momentos de horror que vivió cuando era atacada a machetazos por el individuo que le quitó la vida a su sobrinito Leandro José Perdomo.
Lebia Sulay, quien se recupera en el hospital Mario Rivas de las heridas que sufrió a manos del desalmado individuo Benito Castellanos, recordó el miércoles: “Estábamos en el desvío de El Perico, de Villanueva, esperando jalón para irnos para aldea El Capulín.
En eso llegó él y me preguntó ‘qué estás haciendo’ y le contesté que estaba esperando jalón para El Capulín y me dijo ‘vamonos aquí por la banda del río, te voy ir a dejar’, no, le dije, me voy a ir con mi niño por acá (la carretera), voy a esperar jalón, ya va a pasar un carro”, relató la mujer.
“De repente el individuo me pegó un filazo en el brazo y me tiró a la poza de la quebrada y después yo sentía los otros filazos que me pegó en la cara y la espalda y él estaba encima de mí”.
En esos momentos ella le decía a su agresor “qué te pasa guirro, que te he hecho yo, y él no me habló en ningún momento”.
Manifestó que cuando el tipo la tiró a la poza y le infirió los machetazos creyó “que estaba muerta y me sacó el celular y se llevó una comida que le llevaba a mi hermana. Después yo oía cuando el niño le gritaba que no lo matara y llamaba a gritos a su mamá y no le importó y le pegó el machetazo en el cuello.
Cuando él me macheteó sentí que había muerto, yo ya no miraba y lo primero que se me ocurrió fue llamar a Tacho (su esposo Anastasio) para que pidiera una ambulancia en San Pedro, pero como lo hacía sí estaba desangrándome y abandonada”.
Sentía que se moría
Recordó que al primer hombre que pasó por el lugar, unos cinco minutos después de que la atacara Castellanos, le pidió que la auxiliara y le “dije que me ayudara llamando una ambulancia y que le hablara a mi esposo y dígale que me espere allá en San Pedro. Cuando miré al hombre sentí que era mi salvación porque me estaba desangrando y sentía que me moría” .
Después llegaron otros hombres y llamaron una ambulancia porque ellos no pudieron sacarla del lugar adonde estaba. Expresó que su agresor se fue pensando que la había matado a ella y el niño y “todavía pasó por la aldea El Perico diciendo que allá abajo en la quebrada hay dos muertos”.
Lesbia Sulay Perdomo manifestó que Castellanos no la quiso violar.
Recordó que cuando el tipo la estaba atacando ella le imploró que no le hiciera nada a su sobrinito y le dijo: “Pedime pisto si querés, mi marido te lo puede dar, pero deja ir al niño, pero lo mató”.
Estuvo golpeando al niño
La tía del menor dijo que miró cuando el hombre le pegó el machetazo a su sobrinito en el cuello y después de matarlo “lo golpeaba en la espaldita para que el niño se fuera más para abajo de la quebrada. Lo más doloroso fue cuando miré que estaba matando al niño y yo quería ir a salvarlo, pero no pude, pues estaba desvanecida porque había perdido bastante sangre”, dijo.
La mujer expresó que cuando logró hablar con su esposo “lo primero que le dije fue que me cuidara la niña porque no voy a resistir, yo creía que iba a morir, siento que he resucitado de la muerte”.
Lo mandaron
Lesbia Sulay Perdomo manifestó que presume que a Benito Castellanos lo mandaron a matarla.
Perdomo indicó que sospecha que quien mandó a matarla es un primo de Benito conocido en El Perico como Netío, quien siempre la ha enomarado. Dijo que el día anterior Netío la cortejó y ella le dijo que iba a la aldea a ver a sus familiares y no a buscar marido. Perdomo expresó que Netío le dijo que la mandaría a matar y que la iba a tirar por la banda de la quebrada.
El personal médico del hospital Mario Rivas informó que Lesbia Sulay está fuera de peligro.
La afectada fue operada el día que la ingresaron y ya está en recuperación.
“Siento que he resucitado de la muerte”, así empezó a relatar Lesbia Sulay Perdomo los momentos de horror que vivió cuando era atacada a machetazos por el individuo que le quitó la vida a su sobrinito Leandro José Perdomo.
Lebia Sulay, quien se recupera en el hospital Mario Rivas de las heridas que sufrió a manos del desalmado individuo Benito Castellanos, recordó el miércoles: “Estábamos en el desvío de El Perico, de Villanueva, esperando jalón para irnos para aldea El Capulín.
En eso llegó él y me preguntó ‘qué estás haciendo’ y le contesté que estaba esperando jalón para El Capulín y me dijo ‘vamonos aquí por la banda del río, te voy ir a dejar’, no, le dije, me voy a ir con mi niño por acá (la carretera), voy a esperar jalón, ya va a pasar un carro”, relató la mujer.
“De repente el individuo me pegó un filazo en el brazo y me tiró a la poza de la quebrada y después yo sentía los otros filazos que me pegó en la cara y la espalda y él estaba encima de mí”.
En esos momentos ella le decía a su agresor “qué te pasa guirro, que te he hecho yo, y él no me habló en ningún momento”.
Manifestó que cuando el tipo la tiró a la poza y le infirió los machetazos creyó “que estaba muerta y me sacó el celular y se llevó una comida que le llevaba a mi hermana. Después yo oía cuando el niño le gritaba que no lo matara y llamaba a gritos a su mamá y no le importó y le pegó el machetazo en el cuello.
Cuando él me macheteó sentí que había muerto, yo ya no miraba y lo primero que se me ocurrió fue llamar a Tacho (su esposo Anastasio) para que pidiera una ambulancia en San Pedro, pero como lo hacía sí estaba desangrándome y abandonada”.
 Denis Perdomo, padre de Leandro, en las afueras de Medicina Forense.
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Recordó que al primer hombre que pasó por el lugar, unos cinco minutos después de que la atacara Castellanos, le pidió que la auxiliara y le “dije que me ayudara llamando una ambulancia y que le hablara a mi esposo y dígale que me espere allá en San Pedro. Cuando miré al hombre sentí que era mi salvación porque me estaba desangrando y sentía que me moría” .
Después llegaron otros hombres y llamaron una ambulancia porque ellos no pudieron sacarla del lugar adonde estaba. Expresó que su agresor se fue pensando que la había matado a ella y el niño y “todavía pasó por la aldea El Perico diciendo que allá abajo en la quebrada hay dos muertos”.
Lesbia Sulay Perdomo manifestó que Castellanos no la quiso violar.
Recordó que cuando el tipo la estaba atacando ella le imploró que no le hiciera nada a su sobrinito y le dijo: “Pedime pisto si querés, mi marido te lo puede dar, pero deja ir al niño, pero lo mató”.
Estuvo golpeando al niño
La tía del menor dijo que miró cuando el hombre le pegó el machetazo a su sobrinito en el cuello y después de matarlo “lo golpeaba en la espaldita para que el niño se fuera más para abajo de la quebrada. Lo más doloroso fue cuando miré que estaba matando al niño y yo quería ir a salvarlo, pero no pude, pues estaba desvanecida porque había perdido bastante sangre”, dijo.
La mujer expresó que cuando logró hablar con su esposo “lo primero que le dije fue que me cuidara la niña porque no voy a resistir, yo creía que iba a morir, siento que he resucitado de la muerte”.
| Yeni Machado llora la pérdida de su pequeño.
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Lesbia Sulay Perdomo manifestó que presume que a Benito Castellanos lo mandaron a matarla.
Perdomo indicó que sospecha que quien mandó a matarla es un primo de Benito conocido en El Perico como Netío, quien siempre la ha enomarado. Dijo que el día anterior Netío la cortejó y ella le dijo que iba a la aldea a ver a sus familiares y no a buscar marido. Perdomo expresó que Netío le dijo que la mandaría a matar y que la iba a tirar por la banda de la quebrada.
El personal médico del hospital Mario Rivas informó que Lesbia Sulay está fuera de peligro.
La afectada fue operada el día que la ingresaron y ya está en recuperación.
