Comayagua, Honduras.
El Ministerio Público calificaba ayer como indeterminada la muerte del médico general Rolando Josué Campos (de 28 años) en espera de resultados de la autopsia.
Campos fue encontrado sin vida a las 8:00 am del martes 23 de abril en la clínica El Buen Samaritano de la ciudad de Comayagua, donde trabajaba desde hace algunos meses.
Según fuentes del Ministerio Público, el personal de Medicina Forense encontró junto al cadáver del galeno una jeringa y una ampolla vacía de un medicamento conocido como Atracurio, muy usado junto a la anestesia en pacientes que son operados. Su finalidad es relajar los músculos.
“En el consultorio donde se encontraba muerto se encontró la jeringa y la ampolla de Atracurio que supuestamente se acababa de inyectar porque se le veía el punto por donde se introdujo la jeringa”, dijo Carlos Ávila, portavoz del MP de Comayagua.
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El Atracurio es un fármaco de venta restringida en el país utilizado por los hospitales y clínicas para facilitar algunas intervenciones médicas como la intubación traqueal, laringoscopia, broncoscopia y esofagoscopia. De acuerdo a indicaciones médicas, el Atracurio acciona como bloqueador muscular que puede ocasionar una parálisis respiratoria y taquicardia, entre otros efectos secundarios.
Sueño. Una total consternación ha provocado en la ciudad de Comayagua la repentina muerte del joven médico, cuyo sueño era viajar a España para continuar moldeando su más grande pasión: la medicina. Campos se había graduado de médico general el año pasado y tenía cuatro meses de laborar en la clínica materna infantil privada donde fue hallado su cuerpo.
