San Pedro Sula, Honduras.
Cada día que pasa, en Honduras la violencia incrementa, esto no sólo se refleja en el alto número de homicidios que se puedan llegar a registrar, si no también en la forma en que se ejecutan los hechos criminales.
En los últimos meses han ocurrido diferentes eventos violentos en los que la crueldad contra la mujer ya no sólo la alcanza a ella si no también a quienes la rodean, en este caso sus hijos, junto a los que han sido asesinadas en días recientes en distintos puntos del país.
Hace un mes, el pasado 28 de abril, una mujer y su hija de 14 años fueron asesinadas a balazos mientras departían en un establecimiento de la colonia Cerro Verde de Choloma, Cortés.
En su momento, las informaciones preliminares indicaron que el hecho se dio cuando sujetos desconocidos ingresaron al lugar y sin mediar palabras atacaron a las mujeres, en el tiroteo también resultó muerto un hombre que se hallaba junto a ellas.
Una versión no confirmada indicó que el ataque no iba dirigido a ellas si no a uno de los hombres que estaba en el lugar.
El 20 de mayo fueron hallados los cadáveres de dos mujeres en el kilómetro 9 de la carretera que conduce de Tegucigalpa a Danlí.
Posteriormente las investigaciones expusieron que los restos eran de una madre y su hija de ocho años, quienes fueron asesinadas por desconocidos.
Se informó que el evento criminal se dio cuando la madre y su hija iban de camino hacia Tegucigalpa a tramitar la visa de trabajo en la Embajada de Los Estados Unidos.
El pasado 26 de mayo, una maestra y su hijo de tres años de edad murieron producto de varios disparos que les infirieron sujetos desconocidos en El Progreso, Yoro.
De acuerdo a relatos de los vecinos de la joven madre, quienes escucharon las detonaciones, delincuentes ingresaron al apartamento de la maestra justamente cuando ella y el menor entraban y los asesinaron.
Preliminarmente se informó que el brutal hecho estaba relacionado al robo, pero esta hipótesis no ha sido confirmada.
En esa misma fecha, en la aldea de San Pedro de Pisijire, Olancho, una madre de 23 años de edad fue asesinada de varios impactos de bala por individuos no identificados que entraron a su casa.
En el ataque, uno de los disparos alcanzó al bebé de la mujer que en ese momento se hallaba amamantándolo. El proyectil se incrustó en el pecho de la criatura, cuyo estado de salud es reservado.
Hasta el momento no hay investigaciones que definan cuál fue el móvil del hecho violento y a sus autores.
Según informe del no gubernamental Centro de Derechos de la Mujer (CDM), unas 236 mujeres murieron de forma violenta en Honduras en los primeros diez meses del año 2017.
