San Pedro Sula, Honduras.
Por parricidio y asesinato enfrentará hoy las pruebas Laura Knigth Rodríguez, a quien la Fiscalía acusa por la muerte de su esposo y un amigo, hecho ocurrido el 23 de marzo de 2013.
La Fiscalía de Delitos Contra la Vida presentará las declaraciones de testigos, así como las diligencias hechas por los agentes de investigación que llevaron el caso.
Para esta audiencia que está programada para las 10:00 am, la Fiscalía puede presentar indicios de la participación de la imputada para lograr el auto de formal procesamiento.
Laura Knigth Rodríguez estaba en su casa en la colonia San José del Pedregal cuando su esposo Saíd Castrillo Valenzuela y su amigo Fernando Sanabria fueron asesinados.
Los dos hombres fueron atacados con un chichillo, que tomaron de la cocina y con una arma de fuego que era propiedad de Saíd Castrillo.
Saíd y su amigo fueron asesinados mientras dormían y luego los cuerpos fueron envueltos en sabanas y subidos al baúl de una camioneta y dejados abandonados en los alrededores de la zona.
Laura Knigth llamó a la Policía indicando que delincuentes se habían metido a la casa y llevado a su esposo y su amigo.
Cuando los agentes inspeccionaron la escena, ya habían limpiado las manchas de sangre que había en la casa.
Por parricidio y asesinato enfrentará hoy las pruebas Laura Knigth Rodríguez, a quien la Fiscalía acusa por la muerte de su esposo y un amigo, hecho ocurrido el 23 de marzo de 2013.
La Fiscalía de Delitos Contra la Vida presentará las declaraciones de testigos, así como las diligencias hechas por los agentes de investigación que llevaron el caso.
Para esta audiencia que está programada para las 10:00 am, la Fiscalía puede presentar indicios de la participación de la imputada para lograr el auto de formal procesamiento.
Laura Knigth Rodríguez estaba en su casa en la colonia San José del Pedregal cuando su esposo Saíd Castrillo Valenzuela y su amigo Fernando Sanabria fueron asesinados.
Los dos hombres fueron atacados con un chichillo, que tomaron de la cocina y con una arma de fuego que era propiedad de Saíd Castrillo.
Saíd y su amigo fueron asesinados mientras dormían y luego los cuerpos fueron envueltos en sabanas y subidos al baúl de una camioneta y dejados abandonados en los alrededores de la zona.
Laura Knigth llamó a la Policía indicando que delincuentes se habían metido a la casa y llevado a su esposo y su amigo.
Cuando los agentes inspeccionaron la escena, ya habían limpiado las manchas de sangre que había en la casa.
