San Pedro Sula, Honduras.
En San Pedro Sula más de 1,500 empleos directos generados por bares y discotecas están en riesgo de perderse debido a que estos centros de entretenimiento no han podido reactivar sus operaciones.
Propietarios de los negocios junto con cocineros, meseros, bartenders y disyoqueis, realizaron ayer una convocatoria de medios de comunicación para exponer la situación que tiene en calamidad económica a decenas de familias que dependen de este rubro.
Los representantes del sector dijeron que aunque han presentado diferentes protocolos de bioseguridad a las autoridades correspondientes, continúan a la espera de que el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) les autorice unirse al pilotaje, al igual que lo ha hecho recientemente con 60 restaurantes a nivel nacional.
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Larissa Araque, gerente propietaria de Chupitos, manifestó que las pérdidas para estos establecimientos tras siete meses de pandemia son cuantiosas, lo que ha llevado a varios emprendedores al cierre de definitivo de sus locales.
Explicó que en la Capital Industrial antes de la crisis sanitaria había más de 70 lugares de esparcimiento nocturno, de los cuales al menos 20 se encontraban en Río de Piedra, una zona que en los últimos años ha potenciado su actividad comercial gracias a los bares y discotecas.
“Más o menos proyectamos que somos de 1,200 a 1,500 personas que estamos sin trabajo, hablamos desde la persona que cuida los carros, el chiclero hasta el que sirve las mesas. Ahora con esto muchos compañeros tuvieron que cerrar porque no tienen para el pago de alquiler y menos para salarios”, lamentó Araque.
Gustavo Cárcamo, propietario de Grupo Boulevard, dijo que de ellos dependen seis negocios, los que a su vez generan ingresos para unas 150 familias, mismas que actualmente están sin recibir pago.
Cárcamo pidió a las autoridades permitirles entrar en funciones nuevamente con el 50% de capacidad de clientes dentro de los locales que proponen, incluyendo el resto de las medidas de protección.
David Galindo, representante de los DJ, también se unió al clamor del gremio y con lágrimas relató que muchos de quienes se dedican a la industria del entretenimiento han tenido que sacar a sus hijos de las escuelas por no poder costear el pago de matrícula y otros gastos. “No les estamos pidiendo, solo queremos trabajar para sacar adelante nuestras familias”, declaró Galindo.
