El ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, informó que “a partir de la fecha” la Policía Nacional realizará patrullajes con vehículos sin identificación policial.
Sánchez dio estas declaraciones durante una conferencia de prensa en Expocentro, previo al anuncio de la suspensión del toque de queda para los municipios de San Pedro Sula y Choloma.
Para saber
El ministro de Seguridad informó que los cinco capturados por la masacre de Choloma, así como el presunto responsable del homicidio múltiple en San Pedro Sula, permanecen recluidos por otros delitos, pero que al finalizar el receso del Ministerio Público, presentarán las acusaciones respectivas.También prometió que en agosto asignará a 300 agentes recién graduados para reforzar la prevención de delitos en el valle de Sula.
El funcionario explicó que la suspensión de la medida, que restringía la circulación de 11:00 pm a 4:00 am, se debe a la reducción de la criminalidad en la zona, así como a opiniones de emprendedores, cámaras de comercio y autoridades de ambos municipios sobre su impacto en la economía.
Sin embargo, aclaró que la operación Candado, iniciada en junio, continúa vigente en el valle de Sula, aunque con diferentes estrategias.
Entre estas se encuentran la reasignación de 500 agentes que se encontraban en el Instituto Nacional Penitenciario a esta zona, además de 32 patrullas.
" Vamos a hacer nuestro mayor esfuerzo para que el índice de homicidios siga a la baja. "
A este plan se suman las patrullas “interceptoras”, que no tendrán ningún distintivo policial y “realizarán intervenciones incógnitas en zonas que lo ameriten”.
Estas estarán al mando de un oficial y tres miembros de la escala básica, indicó Sánchez. Aunque no reveló cuántas unidades interceptoras habrá, dijo que varias ya operan en el valle de Sula.
Consultado sobre el riesgo que se corre de que las estructuras criminales utilicen esta medida a su favor, haciéndose pasar por agentes policiales para cometer hechos delictivos, el ministro respondió que están conscientes del riesgo, pero que están preparados para combatir las estructuras que pueden operar de esta forma.
Mayor en condición de retiro
Saúl Bueso Mazariegos:
“Recuperar la confianza de la población es un reto, pero es bueno que la policía asuma riesgos”.
Aseguró que esta medida les permitirá tener ventaja, puesto que al hacer patrullajes con vehículos identificados se pone en alerta a los malhechores.
Identificación
Acerca de cómo garantizar la tranquilidad y seguridad de la población, dijo que los funcionarios que realizan operaciones especiales no usan uniforme, pero al momento de hacer alguna intervención se colocan sus chalecos, placas y son acompañados de cerca por vehículos identificados.
Agregó que confía en que la población verá “con buenos ojos esta acción”. Respecto a la masacre del 24 de junio en Choloma, que motivó el toque de queda, aseguró que el hecho está esclarecido en un 90% para la policía, con cinco presuntos implicados recluidos y dos más que están “plenamente identificados y con orden de captura”.
Pese a que la noticia de la suspensión del toque de queda ha sido bien recibida por dueños y empleados de locales nocturnos, autoridades municipales y empresarios han reaccionado con opiniones encontradas e incertidumbre ante el inicio de patrullajes con carros particulares.
Reacción
Para el mayor en condición de retiro y experto en criminalística, Saúl Bueso, la forma en que operará ahora la Policía en carros particulares y sin la vestimenta de la institución es similar al de algunas bandas delictivas y podría generar desconfianza.
Sin embargo, compartió que policialmente es una forma efectiva para sorprender infraganti a los infractores de la ley.
Para ganarse la confianza de los hondureños, recomendó a la Policía socializar la medida, iniciar con pequeñas operaciones que demuestren que es efectiva y buscar mecanismos para que las personas puedan constatar que son agentes de policía los que patrullan.
Sugirió que solo las patrullas sean incógnitas, pero que los oficiales porten sus uniformes y placas, a excepción en los delitos de mayor magnitud, donde “se hace una intervención directa sobre delincuentes estricta y plenamente identificados”.
