San Pedro Sula, Honduras.
La alerta del simulacro sonó a las 10:00 am, cuando el piloto de la aeronave notificó a la torre de control del aeropuerto Ramón Villeda Morales problemas con el tren de aterrizaje.
El jefe de operaciones de emergencia movilizó inmediatamente a los bomberos aeroportuarios y pidió refuerzos a los apagafuegos de San Pedro Sula y La Lima, quienes tardaron cuatro minutos en presentarse al lugar. Se alertó al resto de entidades externas de ayuda y servicio.
El piloto no pudo controlar la nave al aterrizar y derrapó por toda la pista, donde ya lo esperaban los primeros miembros de socorro, quienes rociaron de agua la nave para evitar incendios por recalentamiento de motores. Tardaron unos 15 minutos en enfriarlos.
Entre las 10:30 y 10:50 am ya habían llegado las demás ayudas externas para iniciar el reconocimiento de los pasajeros.
Se reportaron cinco personas fallecidas y cuatro pasajeros -dos mujeres embarazadas, uno con discapacidad y otro con graves heridas- fueron trasladados de inmediato a centros hospitalarios. Siete personas podían esperar por atención, 9 no necesitaron traslado urgente y 12 resultaron ilesas para un total de 37 involucrados en el incidente, incluyendo los tres tripulantes.
Esto formó parte de un simulacro ayer por la mañana en la pista del aeropuerto sampedrano para medir las capacidades de respuesta.
El objetivo también es evaluar la atención de las entidades internas y externas ligadas a las operaciones aeroportuarias y simultáneamente cumplir los requisitos de la normativa internacional en servicio y salvamento.
Nahún Martínez, jefe de operaciones de emergencia de Aeropuertos de Honduras, dijo que la capacidad de respuesta está dentro de lo aceptable en una emergencia.
Señaló que sí notaron que falta una campaña de cultura para que la ciudadanía colabore con los cuerpos de socorro despejando las calles cuando escuchen las sirenas de las ambulancias porque eso atrasa la legada al lugar de los hechos. German Jiménez, comandante del Cuerpo de Bomberos, manifestó que estos simulacros sirven de entrenamiento y para darse cuenta del equipo y herramientas que se tienen y qué se debe mejorar.
Abraham Méndez, gerente del aeropuerto Villeda Morales, dijo que en 15 días se dará un informe final con los tiempos y la calificación de la prueba que es contemplada en escala siete.
En el simulacro participaron más de 150 personas, entre organizadores, Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, Fuerza Aérea, Copeco, Medicina Forense, Policía Nacional, Asociación Hondureña de Líneas Aéreas y por primera vez se permitió que se involucrara la sociedad civil con alumnos de dos universidades de la ciudad, quienes actuaron como pasajeros y familiares.
La alerta del simulacro sonó a las 10:00 am, cuando el piloto de la aeronave notificó a la torre de control del aeropuerto Ramón Villeda Morales problemas con el tren de aterrizaje.
El jefe de operaciones de emergencia movilizó inmediatamente a los bomberos aeroportuarios y pidió refuerzos a los apagafuegos de San Pedro Sula y La Lima, quienes tardaron cuatro minutos en presentarse al lugar. Se alertó al resto de entidades externas de ayuda y servicio.
El piloto no pudo controlar la nave al aterrizar y derrapó por toda la pista, donde ya lo esperaban los primeros miembros de socorro, quienes rociaron de agua la nave para evitar incendios por recalentamiento de motores. Tardaron unos 15 minutos en enfriarlos.
Entre las 10:30 y 10:50 am ya habían llegado las demás ayudas externas para iniciar el reconocimiento de los pasajeros.
Se reportaron cinco personas fallecidas y cuatro pasajeros -dos mujeres embarazadas, uno con discapacidad y otro con graves heridas- fueron trasladados de inmediato a centros hospitalarios. Siete personas podían esperar por atención, 9 no necesitaron traslado urgente y 12 resultaron ilesas para un total de 37 involucrados en el incidente, incluyendo los tres tripulantes.
Esto formó parte de un simulacro ayer por la mañana en la pista del aeropuerto sampedrano para medir las capacidades de respuesta.
El objetivo también es evaluar la atención de las entidades internas y externas ligadas a las operaciones aeroportuarias y simultáneamente cumplir los requisitos de la normativa internacional en servicio y salvamento.
Nahún Martínez, jefe de operaciones de emergencia de Aeropuertos de Honduras, dijo que la capacidad de respuesta está dentro de lo aceptable en una emergencia.
Señaló que sí notaron que falta una campaña de cultura para que la ciudadanía colabore con los cuerpos de socorro despejando las calles cuando escuchen las sirenas de las ambulancias porque eso atrasa la legada al lugar de los hechos. German Jiménez, comandante del Cuerpo de Bomberos, manifestó que estos simulacros sirven de entrenamiento y para darse cuenta del equipo y herramientas que se tienen y qué se debe mejorar.
Abraham Méndez, gerente del aeropuerto Villeda Morales, dijo que en 15 días se dará un informe final con los tiempos y la calificación de la prueba que es contemplada en escala siete.
En el simulacro participaron más de 150 personas, entre organizadores, Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, Fuerza Aérea, Copeco, Medicina Forense, Policía Nacional, Asociación Hondureña de Líneas Aéreas y por primera vez se permitió que se involucrara la sociedad civil con alumnos de dos universidades de la ciudad, quienes actuaron como pasajeros y familiares.
