Para la masa:
2 sobres de levadura en polvo o 22 gramos
1/2 taza de agua tibia
1/2 taza de leche
1/2 cucharadita de extracto de naranja
7 huevos
1/2 cucharadita de esencia de vainilla
2 libras de harina
300 gramos de azúcar
1 cucharadita de sal
300 gramos de mantequilla amarilla a temperatura ambiente
2 1/4 tazas de harina
Para decorar:
Mantequilla derretida y azúcar (lo necesario)
Grageas de colores (opcionales; en cantidad al gusto)
Preparación
Precalentar el horno a 180 grados centígrados y preparar una charola con papel encerado. Comenzar a activar la levadura mezclándola con el agua tibia y dejando que repose unos minutos; una vez que aparezcan burbujas estará lista para usarse.
En un recipiente mezclar la leche con el extracto de naranja, los huevos y la vainilla; añadir la levadura activada y revolver para incorporar todo muy bien. En el tazón de la batidora trabajar la harina con el azúcar y la sal; incorporar la mezcla de la leche con naranja, huevo y vanilla; batir a velocidad media.
Añadir poco a poco la mantequilla con la batidora encendida; la masa quedará bastante pegajosa después de este proceso.
Cambiar del batidor de globo al gancho de la batidora y seguir mezclando; incorporar la harina restante hasta lograr que la masa se despegue del recipiente; amasar 15 minutos hasta que quede uniforme y deje de estar pegajosa.
Colocar la masa en un recipiente engrasado y dejar reposar hasta que duplique su tamaño. Luego, sacarle el aire amasándola un poco y dándole la forma deseada.
Para el pan de muerto original, retirar un poco de masa para formar una pelota pequeña que será la cabeza, así como algunas tiras que representarán los huesitos.
Con la masa restante formar una bola que se colocará sobre una bandeja, a la que se le colocarán la cabeza y los huesitos; dejar reposar de nuevo por 30 minutos tapada con una manta.
Pasado ese tiempo, hornear por 20 minutos y, al retirar del calor, barnizar con la mantequilla derretida y espolvorear con el azúcar; dejar enfriar sobre una rejilla.
En lugar de azúcar se puede barnizar el pan para dejarle caer grageas de colores.
2 sobres de levadura en polvo o 22 gramos
1/2 taza de agua tibia
1/2 taza de leche
1/2 cucharadita de extracto de naranja
7 huevos
1/2 cucharadita de esencia de vainilla
2 libras de harina
300 gramos de azúcar
1 cucharadita de sal
300 gramos de mantequilla amarilla a temperatura ambiente
2 1/4 tazas de harina
Para decorar:
Mantequilla derretida y azúcar (lo necesario)
Grageas de colores (opcionales; en cantidad al gusto)
Preparación
Precalentar el horno a 180 grados centígrados y preparar una charola con papel encerado. Comenzar a activar la levadura mezclándola con el agua tibia y dejando que repose unos minutos; una vez que aparezcan burbujas estará lista para usarse.
En un recipiente mezclar la leche con el extracto de naranja, los huevos y la vainilla; añadir la levadura activada y revolver para incorporar todo muy bien. En el tazón de la batidora trabajar la harina con el azúcar y la sal; incorporar la mezcla de la leche con naranja, huevo y vanilla; batir a velocidad media.
Añadir poco a poco la mantequilla con la batidora encendida; la masa quedará bastante pegajosa después de este proceso.
Cambiar del batidor de globo al gancho de la batidora y seguir mezclando; incorporar la harina restante hasta lograr que la masa se despegue del recipiente; amasar 15 minutos hasta que quede uniforme y deje de estar pegajosa.
Colocar la masa en un recipiente engrasado y dejar reposar hasta que duplique su tamaño. Luego, sacarle el aire amasándola un poco y dándole la forma deseada.
Para el pan de muerto original, retirar un poco de masa para formar una pelota pequeña que será la cabeza, así como algunas tiras que representarán los huesitos.
Con la masa restante formar una bola que se colocará sobre una bandeja, a la que se le colocarán la cabeza y los huesitos; dejar reposar de nuevo por 30 minutos tapada con una manta.
Pasado ese tiempo, hornear por 20 minutos y, al retirar del calor, barnizar con la mantequilla derretida y espolvorear con el azúcar; dejar enfriar sobre una rejilla.
En lugar de azúcar se puede barnizar el pan para dejarle caer grageas de colores.
