Urgen a la academia y los padres abordar el problema de drogas

Expertos en psicología, sociología y seguridad pública analizaron la problemática de drogas que enfrenta San Pedro Sula, con una visión global de país

Foto: LA PRENSA

Los analistas precisaron en la importancia de crear un trabajo integral que comprenda los espacios educativos, las familias y el Estado a través de las instituciones de seguridad.

mié 17 de enero de 2024

11 min. de lectura

San Pedro Sula, Honduras.

El fácil acceso a ellas, las cargas y exigencias de la vida cotidiana han surgido como factores primordiales en el incremento del consumo de drogas en Honduras en los últimos tiempos, opina Mauricio Pastrana, psicólogo clínico especializado en el tratamiento de adicciones.

Pastrana expresó su preocupación al observar un aumento significativo en el consumo de sustancias como alcohol, marihuana, cocaína y otras, destacando casos extremos como el de alguien que casi cayó en coma debido al abuso de fentanilo en San Pedro Sula.

El psicólogo señaló que incluso medicamentos altamente adictivos, originalmente controlados por profesionales de la salud, ahora están disponibles comercialmente, contribuyendo a la problemática.

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”Alguien altamente adicto que asegura que dejará las droga por sí solo está mintiendo, necesita apoyo de expertos para rehabilitarse”: psicólogo Mauricio Pastrana

Detallando su experiencia, mencionó casos en estudio de tres estudiantes de una escuela de alto nivel en San Pedro Sula que recurrieron al uso de sustancias como el “vape” y terminaron con potenciales problemas de ansiedad y depresión, problemas para dormir y daños en pulmones.

Adicionalmente, advirtió sobre el consumo de marihuana y cocaína como medios para abrir la mente y relajarse frente a la presión, subrayando que estos comportamientos generan alteraciones tanto mentales como físicas.

El psicólogo clínico enfatizó que, aunque al inicio el consumo puede tener efectos mínimos, con el tiempo se convierte en una rutina, llevando al consumidor a alcanzar un límite, desarrollar tolerancia y experimentar una creciente necesidad.

El consumo sostenido de estas drogas puede desencadenar trastornos mentales, pérdida de conciencia, disfunción laboral y deterioro de relaciones familiares y sociales. “Las personas con adicción tienen el riesgo de perder su trabajo porque ya no funcionan, perder a sus amigos e incluso a la familia, pues llega un momento en que ya no trabajan para ellos mismos, sino para su droga, y todos a nuestro lado se terminan cansando”, reflexionó.

Pastrana habló sobre las consecuencias graves del consumo constante, incluyendo la posibilidad de terminar en prisión, víctima de accidentes y finalmente de muerte. Instó a la sociedad a no cansarse de abordar esta problemática y buscar un cambio.

Fenómeno creciente

Desde una perspectiva sociológica, Lelys Paz, docente de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula, lamentó la alta tasa de consumo de drogas en el país y analizó cómo las drogas generan riesgos en los hogares, afectando las relaciones familiares y provocando conductas anómalas.

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”Usan la droga como mecanismo de defensa en las escuelas y en el hogar ante problemas sociales como lo económico”: sociólogo Lelys Paz

“Las drogas provocan manifestaciones de riesgo en el hogar, entre las familias y sus pares, se genera una alerta, incluso, cuando sienten que no hay dinero para comprar la droga, terminan cayendo en la delincuencia común y organizada”, especificó.

El académico increpó que padres y madres aún no entiendan la magnitud del que sus hijos estén consumiendo drogas, por lo que abogó por una mayor conciencia y educación desde la primaria hasta la universidad, involucrando tanto a padres como a la academia en la prevención de las adicciones.

Mejorar plan

El experto en seguridad pública, Herman Vogelsang, expresó su pesar por la persistente influencia del narcotráfico y el narcomenudeo en Honduras.

“El que se dedica al narcotráfico a gran escala ya se sabe que esa mercancía va para Estados Unidos y lo que queda en Honduras es el bagazo, lo más dañino, los residuos, y eso es lo que compran las maras, pandillas y distribuidores independientes”, declaró.

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”Si comparamos estas sustancias sintéticas con las grandes como la cocaína, estas son pequeñas, pero también causan mucho daño”: criminólogo Herman Vogelsang

Destacó la conexión entre la distribución de drogas, los homicidios y la extorsión, pidiendo a las autoridades fortalecer las operaciones de infiltración y vigilancia en lugares nocturnos para combatir eficazmente este delito.

El fenómeno de la drogadicción constituye una problemática que trasciende las fronteras de Honduras para convertirse en un desafío global.

“Observamos con preocupación cómo niños y jóvenes frecuentan discotecas, eventos de música electrónica y otros espacios, inmersos en el consumo de sustancias sintéticas. En este contexto, se evidencia una tendencia donde la clase alta muestra preferencia por la cocaína, la clase media opta por la marihuana, mientras que los estratos socioeconómicos más bajos se ven afectados por el consumo de crack o piedra”, resaltó el entrevistado.

Algunas de estas personas se involucran en el consumo de drogas, cometen actos tan graves como homicidios, y al día siguiente no logran recordarlos; este es solo uno de los numerosos perjuicios que esta situación puede generar.

Vogelsang sugirió la regulación de sustancias legales como el alcohol y el tabaco, seguido de una campaña rigurosa contra las sustancias ilegales en el mercado hondureño.

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De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, 2,454 personas ingresaron a los centros hospitalarios para recibir asistencia tras daños ocasionados por el consumo excesivo de sustancias entre los año 2018 y 2023.

La mayor parte de estos casos llegaron al Hospital Escuela en Tegucigalpa y al Catarino Rivas de San Pedro Sula. De todos los casos abordados en el sistema público, más de 2,000 mejoraron su condición y 39 pacientes fallecieron.