Cayeron más de 1,000 mujeres por tráfico de drogas en cuatro años

A pesar de los esfuerzos de las autoridades fronterizas por obstaculizar el ingreso total de drogas al país, aún persiste la incapacidad de desmantelar a los fabricantes, distribuidores y vendedores de drogas sintéticas, que están causando estragos significativos en la comunidad joven y adulta.

Estas sustancias, a menudo comercializadas como drogas de diseño; es decir, comprimidos con colores, imágenes o logotipos llamativos para atraer a compradores, representan un peligro sustancial debido a la falta de conocimiento sobre su composición, que suele involucrar productos químicos de dudosa procedencia.

De acuerdo con datos proporcionados por la Dirección de la Policía Nacional a LA PRENSA Premium, entre 2020 y 2023 se llevaron a cabo 31,373 decomisos de drogas en las aduanas del país, mercancía que intentaba ingresar o salir del territorio hondureño.

Estos decomisos incluyeron cocaína en diversas formas y cantidades, crack en diferentes presentaciones, así como 246 kilogramos de fentanilo y marihuana en varias formas de empaque.

Los municipios de Bonito Oriental en Colón, El Triunfo en Choluteca, Potrerillos y Omoa en Cortés, son algunos de los lugares donde se registraron mayores incautaciones de este tipo.

Las detenciones relacionadas con drogas en las fronteras salpicaron a individuos de diversas nacionalidades, como estadounidenses, guatemaltecos, hondureños, mexicanos, nicaragüenses y salvadoreños.

Durante el mismo período, la Secretaría de Seguridad, a través de sus entidades policiales informó 11,832 capturas en todo el país por tráfico de drogas, siendo más de 10,000 de estos hombres en comparación con 1,074 mujeres.

Una realidad innegable es que muchos de los implicados en esta actividad ilegal también tienen empleos legales que, teóricamente, constituyen su principal fuente de ingresos.

Los expedientes indican que muchos de los procesados se desempeñaban como jornaleros, labradores, agricultores, comerciantes, amas de casa, albañiles, ayudantes de albañiles, estudiantes y soldadores. La mayoría de estas detenciones se produjeron entre el Distrito Central, San Pedro Sula, Choluteca y Danlí.

En documentos adicionales proporcionados por la Policía, se constató la ubicación e intervención de un total de 36 laboratorios dedicados al procesamiento de hoja de coca.

Estos descubrimientos tuvieron lugar en diversas localidades, entre las que se incluyen Iriona y Sonaguera, Colón; Patuca y Catacamas, Olancho; Santa Bárbara, Santa Bárbara; Villanueva, Cortés; y Bulnes, Gracias a Dios.