Tocoa, Colón
El cultivo de palma aceitera se ha consolidado en la principal fuente económica de los 350,000 habitantes de Colón, departamento costeño que también percibe ingresos por la exportación de cítricos y comercialización de lácteos y carne de res.
En Tocoa, el municipio con más habitantes, unos 105,000, por ejemplo, el sector palmero genera suficientes recursos económicos para que los hijos de los empleados de las grandes empresas y también de las familias productoras gocen de mejores condiciones de vida.
“Ahorita el precio está a L4,900 la tonelada. Antes estaba a L4,750.Estamos alegres que haya subido un poquito.Todos nos alegramos cuando sube porque con el dinero que ganamos compramos la comida, medicinas y la educación”, dijo César Rodríguez (de 24 años) mientras cortaba los racimos de semilla que venden a las plantas extractoras locales.
Rodríguez, quien ha “trabajado toda la vida” en las fincas, estudió una carrera agrícola con “el dinero ganado” por sus padres que desde hace muchos años son propietarios de una finca de ocho manzanas de palma aceitera.
Al igual que Rodríguez, su amigo Simao Mesén se dedica a trabajar en las fincas, sobre todo, en la finca de su abuela, María Inés Santos, quien es dueña de una plantación de 15 manzanas de extensión en Sonaguera.
“Estoy estudiando en primero de carrera. Nosotros estudiamos carreras agrícolas para seguir trabajando aquí. De estos hemos vivido. Ahorita estamos muy alegres porque el precio subió un poco”, dijo Mesén, de 16 años de edad.
Los primos y hermanos de Rodríguez y Mesén, quienes los acompañan cuando van a trabajar a las fincas, piensan que “este es un buen trabajo para ganar mucho”.
En este departamento la cadena de la palma aceitera está compuesta por más de una veintena de actores que comienza con el productor y culmina con el procesador de las semillas en una planta extractora.
Quienes no poseen plantaciones se dedican a cortar los racimos o a transportarlos desde una finca hasta un centro de acopio de una empresa exportadora como el Grupo Dinant, para el caso.
“En esta zona todas las personas dependen de la palma. Yo no tengo finca, pero soy fletero, transporto la palma.
Con el dinero que ganó logro mantener a la familia”, dijo Antonio Escalante (de 33).
Hasta mayo de 2021, Honduras había exportado $106.3 millones, unos 20.4 millones (23.7%) más frente a la cantidad percibida durante los primeros cinco meses de 2020, según el Banco Central de Honduras (BCH).
