Beyoncé irrumpe en el country pero no es bien recibida en la industria

Beyoncé explora la música country en su octavo álbum como solista con un éxito arrollador.

Foto: Matt Williams

Beyoncé alcanzó el primer lugar en ventas con su nuevo álbum, convirtiéndose en la primera afromericana en el top de música country.

mar 9 de abril de 2024

Por: Jon Caramanica/The New York Times

Con el lanzamiento de “Cowboy Carter”, el octavo álbum como solista de Beyoncé y en el que ella explora —y pone a prueba— los límites de la música country, gran parte de la conversación se ha centrado en si la industria de la música country la apoyaría. Beyoncé es una de las estrellas pop más comercialmente exitosas y creativamente vibrantes del siglo 21 —sin duda su arribo sería recibido con vítores, ¿verdad? No precisamente.

En lugar de ser festejada con una fiesta de bienvenida, Beyoncé ha sido recibida en gran medida con encogimiento de hombros. “Texas Hold ’Em” —lanzada antes del álbum— es una astuta combinación de los principios sonoros del country a la antigüita y la contagiosidad del pop actual. Sin embargo, ha recibido una atención extremadamente modesta en la radio de música country. Beyoncé es negra y mujer, dos grupos que el Nashville contemporáneo, el centro de la industria de la música country, ha marginado y embaucado consistentemente. Y ninguna cantidad de celebridad parece capaz de deshacer eso.

La música country contemporánea a menudo se siente como un circuito cerrado de narrativas de hombres blancos. Es por eso que si Beyoncé y Nashville pueden o no encontrar una causa común es una pista falsa. Ninguno está particularmente interesado en el otro —el negocio de la música country tradicional aceptará ciertos tipos de forasteros, pero no está preparado para dar cabida a una estrella negra de la talla de Beyoncé, y ella se está centrando en el country como arte, inspiración y juguete sociopolítico, no una industria.

$!(Matt Williams)

En Instagram, Beyoncé lo dejó muy claro: “Este no es un álbum country. Este es un álbum ‘Beyoncé’”. Fue una declaración que le negó preventivamente a la industria de la música country la oportunidad de reclamar su trabajo y al mismo tiempo indicó que había encontrado un camino creativo alrededor de los límites del género.

Esto es lo más cerca que ha estado de aprovechar la expectativa del racismo y la exclusión del género como medio de promoción. En lugar de ello, Beyoncé lo volvió personal, diciendo que el álbum “nació de una experiencia que tuve hace años en la que no me sentí bienvenida... y estaba muy claro que no lo era”. Probablemente sea una referencia a su aparición en los Premios de la Asociación de Música Country en el 2016, donde interpretó su canción “Daddy Lessons” junto a las Dixie Chicks (ahora las Chicks).

Beyoncé ha pasado de ser una creadora de éxitos confiable a iniciadora de conversación confiable, utilizando su enorme plataforma para contar una narrativa sobre la música negra presente y pasada. Sus álbumes son viajes musicales y también lecciones de historia, diciéndonos que la creatividad negra alimenta todos los rincones de la música popular.

En “Renaissance”, su álbum anterior, destacó las comunidades negras queer en la música dance. Pero la música country todavía deja de lado sus raíces negras y dificulta que los artistas negros contemporáneos tengan oportunidades.

Insulto racial

Aunque todavía vive bajo la sombra del incidente del 2021 en el que fue capturado en video usando un insulto racial, Morgan Wallen sigue siendo la superestrella reinante del género y su popularidad prácticamente no se ha visto afectada.

Pero el género cada vez más está siendo puesto a prueba desde afuera. La radio está cediendo poder al streaming y hay innumerables puntos de entrada para los artistas country que buscan eludir a los guardianes habituales. Esto ha sido un pequeño beneficio para los artistas que no son hombres blancos y que están encontrando a sus públicos de manera más directa, a menudo vía las redes sociales, y luego dejando que los grandes sellos discográficos se pongan al día.

Ese ha sido el camino de Tanner Adell, quizás el artista country negro más prometedor que trabaja actualmente.

Sin embargo, más revelador es el reciente éxito viral de “Austin”, de Dasha —una cantante blanca esencialmente desconocida— una canción pegadiza y “country”. ¿Una canción con la que “Austin” tiene bastante en común? “Texas Hold’em”. Ambas usan un banjo y hacen guiños a la tradición del country de manera muy consciente.

“Texas Hold ’Em” actualmente encabeza la lista Hot Country Songs de Billboard, que representa la actividad de streaming independiente del género, pero no ha llegado muy alto en la lista Country Airplay, que rastrea la reproducción de radio, la verdadera métrica de la aceptación del género.

“Austin” se ha convertido en una de las canciones country emblemáticas de este año. ¿Será Dasha bienvenida como artista country o rechazada como una intrusa?

La respuesta, cuando llegue, quizás no sorprenda.

©The New York Times Company 2024

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