Londres, Reino Unido
Una de las estrellas más brillantes de la astrofísica se apagó la semana pasada. Stephen Hawking, el científico que desafió las expectativas de una muerte temprana para convertirse en el físico más popular de la historia reciente, falleció el pasado miércoles a los 76 años en la ciudad universitaria inglesa de Cambridge por complicaciones de su enfermedad.
Hawking, que nació un 8 de enero -de 1942-, el día de la muerte de Galileo Galilei, y murió un 14 de marzo, día del nacimiento de Albert Einstein, será recordado entre otros muchos aspectos por ser una de las principales voces autorizadas que no ocultó su escepticismo, e incluso temor, por el auge de la tecnología de la inteligencia artificial (IA).
Su advertencia más notable al respecto la realizó en una entrevista a la cadena BBC, cuando afirmó que el desarrollo de una inteligencia artificial completa “podría significar el fin de la raza humana”.
“La creación exitosa de una IA efectiva podría ser el evento más grande en la historia de nuestra civilización. O el peor. Simplemente no lo sabemos. Por lo tanto, no podemos saber si seremos infinitamente asistidos por la IA, o si seremos marginados, o posiblemente destruidos por ella”, dijo Hawking.
Pese a que Hawking reconocía las grandes oportunidades surgidas gracias a los avances de la tecnología, siempre manifestó su preocupación por la creación de sistemas IA que pudiesen igualar o superar las capacidades intelectuales de los humanos. “Los robots podrían llegar a tomar el control y se podrían rediseñar a sí mismos para desbancar a los humanos”, aseguró el físico.
“Los humanos, que somos seres limitados por nuestra lenta evolución biológica, no podremos competir con las máquinas y seremos superados por ellas”, agregó.
En su opinión, las formas primitivas de inteligencia artificial desarrolladas hasta la fecha habían demostrado ser muy útiles. De hecho, la tecnología que usaba para comunicarse incorporaba este tipo de desarrollos tecnológicos.
Sin embargo, temía que si los creadores no controlan los riesgos de los avances tecnológicos, la AI podría ser el “peor evento de nuestra civilización”. “Simplemente debemos ser conscientes de los peligros, identificarlos, usar las mejores prácticas posibles y prepararnos por adelantado para las consecuencias”, dijo el genio de la física.
La advertencia de Hawking llega en medio de un creciente debate sobre los pros y los contras de la Inteligencia Artificial. Su teoría fue secundada por el multimillonario Elon Musk, fundador de la compañía de cohetes SpaceX y la fabricante de automóviles Tesla, quien al igual que Hawking afirmó que la IA representa una amenaza para la humanidad que podría desencadenar una Tercera Guerra Mundial, cuyo detonante sería la decisión de una máquina que determinase que un ataque era el mejor camino hacia la victoria.
Reemplazos
El reconocido científico también expresó su preocupación por los efectos de la tecnología en la fuerza de trabajo. Según Hawking, la inteligencia artificial llegará a reducir abruptamente los trabajos de la clase media por la creciente automatización y empeorará la desigualdad. “La automatización de fábricas ya ha diezmado trabajos en la fabricación tradicional, y es probable que el aumento de la inteligencia artificial extienda esta destrucción de empleo profundamente en las capas medias, sólo los roles de cuidado, creativos o de supervisión permanecerán”, escribió el famoso científico en una columna publicada en The Guardian.
El astrofísico señaló que la IA transformaría las economías a una velocidad tal que podría generar grandes riquezas pero también grandes brechas, citando el estudio de Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee en The Second Machine Age. Pese al desolador panorama, Hawking presentó a la humanidad una alternativa para evitar la extinción ya sea por un conflicto nuclear, la rebelación de los robots o el cambio climático: la conquista del cosmos. “La exploración espacial ha impulsado y continuará impulsando grandes avances científicos y tecnológicos, porque puede representar un seguro de vida para la futura supervivencia de nuestra especie”, afirmó.
“Podría evitar la desaparición de la Humanidad gracias a la colonización de otros planetas”.
