Damasco, Siria.
La comunidad de Madaya se ha convertido en el epicentro de la hambruna en Siria. Esta localidad, adonde viven unas 40,000 personas, sufre desde el pasado julio un cerco a manos de las fuerzas gubernamentales del régimen de Bachar al Asad.
Al menos 62 personas han muerto en los últimos meses por el hambre, mientras el Ejército prohíbe la entrada de ayuda humanitaria.
“Esta mañana un amigo mató a un perro para alimentar a sus hijos”, explicó el activista opositor Ali Ibrahim. Los opositores piden ayuda urgente a la comunidad internacional. Sin embargo, consideran a la ONU tan culpable como Asad de la hambruna. La acusan de no haber garantizado el cumplimiento total de un alto al fuego.
La comunidad de Madaya se ha convertido en el epicentro de la hambruna en Siria. Esta localidad, adonde viven unas 40,000 personas, sufre desde el pasado julio un cerco a manos de las fuerzas gubernamentales del régimen de Bachar al Asad.
Al menos 62 personas han muerto en los últimos meses por el hambre, mientras el Ejército prohíbe la entrada de ayuda humanitaria.
“Esta mañana un amigo mató a un perro para alimentar a sus hijos”, explicó el activista opositor Ali Ibrahim. Los opositores piden ayuda urgente a la comunidad internacional. Sin embargo, consideran a la ONU tan culpable como Asad de la hambruna. La acusan de no haber garantizado el cumplimiento total de un alto al fuego.
