Nueva York, Estados Unidos.
Nueva York es la ciudad que nunca duerme. Pero los estresados habitantes, que la hacen funcionar con sus largas jornadas y trabajos ultracompetitivos, viven una creciente inquietud por el bienestar y la salud.
Una alternativa son los lugares donde es posible pagar para dormir una siesta en horario laboral.
“Los empleadores también verán un beneficio. Cuando la gente toma siestas, primero, vas a tener empleados más felices y saludables. La gente va a ser más productiva. La gente va a estar más alerta y eso beneficia a ambas partes”, dijo Stacy Veloric, directora de mercadotecnia de Nap York.
Li no ha contado a sus colegas que cambió el café por la siesta en su pausa del almuerzo, pero sí lo ha confesado a algunos amigos, que hallan extraño el concepto de pagar para dormir.
“En mi trabajo tengo que ser muy orientada a detalles. Si mi cerebro no está trabajando realmente y no puedo notar los errores, entonces no estoy haciendo bien mi trabajo. Así que en verdad me ayuda poder tomar una siesta y ganar algo más de energía”, añadió Laura Li, correctora de publicaciones de viajes.
Es posible alquilar una pequeña cabina individual a cualquier hora sus precios van de 1 dólar por minuto, 12 por media hora y como máximo alcanzan los 40 dólares.
Lea: Las aguas más finas del mundo se catan en Ecuador
Estos lugares con creciente demanda ofrecen además yoga, meditación, bebidas y comida saludable en un ambiente silencioso.
“La gente se está dando cuenta que no puedes tener todos esos objetivos y poder para lograr esos objetivos sin cuidarte a tí mismo”. 'People are realizing that you can't just you know have all these goals and power through to meet your goals without taking care of yourself', explicó Maya Daskalova, gernte de YeloSpa.
Solo un 24% de los neoyorquinos duermen ocho o más horas por día, según un estudio del Siena College.
También es la ciudad donde más se trabaja en Estados Unidos, con un total de 49 horas semanales, de acuerdo con datos de la municipalidad.
Empresas como estas siguen creciendo mientras cambia la percepción de la siesta para dejar de asociarla con la pereza y entenderla como una alternativa para la buena salud. Texto, foto y video de AFP.
