Naypyidaw, Myanmar.
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, calificó a los diputados europeos de “locos”, después de que el Parlamento de Estrasburgo condenara la semana pasada su guerra contra el narcotráfico. “No entiendo a esos locos. ¿Por qué intentan imponernos su visión? ¿Por qué no se meten en sus propios asuntos?”, dijo el presidente durante un discurso ante la comunidad filipina en Naypyidó, la capital de Birmania (Myanmar).
“¿Por qué nos tienen que joder, santo Dios?”, añadió Duterte, conocido por su lenguaje soez.
El mandatario aseguró en su discurso que “va a morir más gente” en su campaña y prometió continuar con ésta “hasta que muera el último narcotraficante de Filipinas y los camellos [traficantes] estén fuera de las calles”.
Duterte, que asumió la presidencia a mediados de 2016, ha promovido una dura campaña para erradicar el tráfico de drogas que, según él, amenaza con convertir a su país en un narco-Estado.
La policía filipina asegura haber matado a más de 2,500 personas en el marco de esa campaña, pero los grupos defensores de los derechos humanos calculan que más de 5,000 los muertos en esa guerra contra el narcotráfico.
Duterte expresó su deseo de que el presidente Donald Trump le apoye en su “guerra contra las drogas” y volvió a insultar a Barack Obama, al que llamó “hijo de puta” en septiembre en un incidente que creó una crisis diplomática entre ambos países.
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, calificó a los diputados europeos de “locos”, después de que el Parlamento de Estrasburgo condenara la semana pasada su guerra contra el narcotráfico. “No entiendo a esos locos. ¿Por qué intentan imponernos su visión? ¿Por qué no se meten en sus propios asuntos?”, dijo el presidente durante un discurso ante la comunidad filipina en Naypyidó, la capital de Birmania (Myanmar).
“¿Por qué nos tienen que joder, santo Dios?”, añadió Duterte, conocido por su lenguaje soez.
El mandatario aseguró en su discurso que “va a morir más gente” en su campaña y prometió continuar con ésta “hasta que muera el último narcotraficante de Filipinas y los camellos [traficantes] estén fuera de las calles”.
Duterte, que asumió la presidencia a mediados de 2016, ha promovido una dura campaña para erradicar el tráfico de drogas que, según él, amenaza con convertir a su país en un narco-Estado.
La policía filipina asegura haber matado a más de 2,500 personas en el marco de esa campaña, pero los grupos defensores de los derechos humanos calculan que más de 5,000 los muertos en esa guerra contra el narcotráfico.
Duterte expresó su deseo de que el presidente Donald Trump le apoye en su “guerra contra las drogas” y volvió a insultar a Barack Obama, al que llamó “hijo de puta” en septiembre en un incidente que creó una crisis diplomática entre ambos países.
