27/04/2024
02:02 PM

Crisis migratoria colapsa la frontera entre Texas y México

Unos 680 indocumentados cruzan a diario desde Ciudad Juárez a El Paso.

Texas.

La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos redobló los controles de seguridad en la frontera entre Texas y México ante la llegada masiva de migrantes indocumentados a la ciudad del Paso, la nueva zona cero de la crisis migratoria en EEUU.

La mayor vigilancia se da después de que las autoridades estadounidenses enviaran otros 750 oficiales para apoyar a la Patrulla Fronteriza en el procesamiento, transporte y vigilancia de los indocumentados.

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En las últimas semanas, una media de 680 migrantes cruzan diariamente desde Ciudad Juárez, México, hacia El Paso, Texas, la mayoría de estos son familias centroamericanas que se entregan a los agentes fronterizos desbordados por el aumento de cruces ilegales.

“Solo en El Paso tenemos unos 3,500 inmigrantes en instalaciones diseñadas para mucho menos personas”, indicó Kevin McAleenan, secretario interino de Seguridad de EEUU.

Los migrantes siguen aumentando, a pesar de la política de “tolerancia cero” anunciada el año pasado por el Gobierno estadounidense, que denuncia una “invasión” y que acusa a algunos migrantes de ser criminales y traficantes de droga.

El Gobierno de Donald Trump parece incapaz de gestionar las llegadas, que sobrepasaron las 100,000 personas solo en el mes de marzo, a pesar de las presiones sobre México para que detenga a los migrantes y la instalación de paneles del muro que el presidente estadounidense ha prometido construir a lo largo de la frontera.

La mayoría de los migrantes, que llegan en familias, acuden ante los guardias fronterizos cuando atraviesan la frontera y son ubicados en unos centros de reclusión donde verifican su identidad y sus antecedentes. Luego son puestos en libertad y transferidos a hogares de acogida.

Desde el 1 de octubre de 2018, entre 50,000 y 60,000 refugiados han llegado a El Paso, a Los Cruces y a Albuquerque, en Nuevo México, y han sido liberados, explicó el padre Rubén García, responsable del albergue Annunciation House.

En ese refugio, los migrantes tienen una cama de campaña, mantas, sanitarios, lavabos y tres comidas al día. Los alimentos y el alquiler de la Casa están financiados durante tres meses por asociaciones caritativas.