Mientras continúa el alboroto en torno a la neumonía de Hillary Clinton, obligada a descansar por prescripción médica, el presidente Barack Obama hizo campaña por ella este martes en Pensilvania y su marido, Bill Clinton, la reemplazará inmediatamente después en California.
Obama, que fue recibido con un gran ovación por una multitud con gran presencia de afroamericanos, pidió el voto por Clinton frente a la 'visión pesimista' del candidato republicano, Donald Trump.
'El Estados Unidos que yo conozco es optimista, generoso e innovador', aseguró Obama en la mayor ciudad de Pensilvania, un estado clave para las elecciones.
Obama se refirió a Trump como 'ese otro tipo' que se autodefine el 'defensor de la gente trabajadora', pero que 'esconde su declaración de impuestos, ha dejado un reguero de demandas y de personas engañadas'.
'La gente no es consciente de las exigencias de este trabajo (...) Cualquiera puede soltar un tuit y ser crítico, pero eso no significa que puedas manejar una crisis internacional', explicó Obama.
El presidente, que no estuvo acompañado por Clinton, quien está descansando tras haberse indispuesto el domingo por una neumonía, ni por su compañero de fórmula, Tim Kaine, dijo que su ex secretaria de Estado 'ha estado ahí' y sabe las consecuencias y responsabilidades de un presidente que toma decisiones que afectan a todos.
'El otro tipo, el señor Trump, se ha pasado la mayor parte de su vida intentando estar lo más lejos de la gente trabajadora ¿Y ahora va por ahí diciendo que es el adalid de los trabajadores?', señaló Obama.
El mandatario criticó también a Trump por decir que admira al presidente ruso, Vladímir Putin. 'Los republicanos, defensores de la libertad, contrarios a los autoritarismos, dicen que este tipo es duro por invadir a un país más pequeño que ellos y controlar la prensa', apuntó el gobernante en referencia a Crimea (Ucrania).
Obama contrapuso la visión de una presidencia de Clinton, 'constante y verdadera' con experiencia de gobierno, frente 'pesimismo oscuro' y de un 'país de unos contra otros' que se rija como un 'reality-show' de Trump.