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Republicanos de EUA a la espera del candidato anti-Trump en quinto debate

  • 15 diciembre 2015 /

Odiado por muchos, querido por otros, Donald Trump sigue a la cabeza de los sondeos.

Washington, Estados Unidos.

Los aspirantes republicanos a la candidatura del partido a la Casa Blanca se medirán este martes en un quinto debate en Las Vegas, mientras Donald Trump sigue a la cabeza de los sondeos y el ascendente senador Ted Cruz busca romper el favoritismo del magnate.

Los nueve precandidatos republicanos mejor ubicados para lograr la investidura de 2016 debatirán a partir de las 17.30 locales (01.30 GMT del miércoles) en el hotel The Venetian de Las Vegas (oeste de EUA).

El debate será difundido por CNN y CNN International, y se podrá ver gratuitamente en el sitio de la cadena televisiva desde Estados Unidos. Cuatro candidatos marginales discutirán dos horas y media antes en el mismo lugar.

En noviembre, el médico jubilado Ben Carson amenazó inicialmente la ventaja de Donald Trump, pero hoy está en caída libre en los sondeos. En septiembre, una breve euforia se apoderó de quienes apoyaban a Carly Fiorina, la única mujer candidata para las primarias republicanas, quien ahora se hizo inaudible.

El senador Marco Rubio (Florida) tuvo un excelente desempeño en los dos últimos debates, pero se ha estancado en menos de 15% en los sondeos de intención de voto. Jeb Bush, por su parte, está quinto en la carrera desde hace meses.

Es, pues, el turno de Ted Cruz. El senador por Texas, de 44 años, es adulado por los ultraconservadores y por el Tea Party desde que fue elegido al Senado en 2012. Aún está lejos del multimillonario empresario inmobiliario en las encuestas de intención de voto nacionales. Una de ellas, de CNN, difundida el lunes, le otorga a Trump 41% de las preferencias.

Según otro sondeo del Washington Post/ABC, 59% de los republicanos también apruebe su idea de prohibir la entrada de musulmanes a Estados Unidos.

Pero Ted Cruz le hace sombra en un bastión de los cristianos evangélicos conservadores como es Iowa, el primer estado del país en el que se celebrarán primarias el 1 de febrero próximo. Lo supera en tres sondeos difundidos en la última semana. Esos sondeos en un pequeño estado rural no son indicativos de quién vencerá las primarias del partido, pero sirven para aclarar las estrategias de los precandidatos y quizás fue eso lo que llevó a Trump a tratar de 'loco' a su nuevo rival.

El texano estará este martes inmediatamente a la izquierda de Trump.

'El denominador común es que sus votantes están furiosos', dijo Seth McKee, profesor de ciencia política en la universidad Texas Tech.

'Cruz se opone a su propio partido. Es firme en los principios, y gusta a sus electores encolerizados que reprochan a los republicanos elegidos que no hayan hecho lo que prometieron', expresó.

'La ideología y el pragmatismo'

Ted Cruz defendió en el pasado causas conservadoras ante la Corte Suprema de Justicia y tiene el verbo lento, preciso y tajante de los abogados, pero paga el precio de perder la espontaneidad durante los debates, en los que la recompensa se obtiene de las frases breves e impactantes y de las improvisaciones en los intercambios entre candidatos.

'Es muy inteligente, tiene una estrategia que sigue con firmeza. Es disciplinado', opina Bruce Buchanan, profesor de la Universidad de Texas en Austin.

El senador, detestado por muchos de sus colegas del Congreso por su intransigencia, realiza una campaña clásica para las primarias, muy inclinada a la derecha, para captar a la base conservadora. Argumenta que el Partido Republicano perdió las presidenciales de 2008 y 2012 porque presentó candidatos demasiado moderados.

Su falta de experiencia política --recién habrá pasado cuatro años en el Senado en el momento de la elección presidencial, como Barack Obama en 2008-- no es un problema para sus seguidores. 'Ponen la ideología por delante del pragmatismo', dice el profesor Buchanan. 'Eso es lo que funciona en este momento'.

Frente a estos dos candidatos 'anti-sistema', los republicanos moderados buscan a un salvador capaz de derrotar en noviembre en las urnas a Hillary Clinton, la gran favorita de los demócratas.

Marco Rubio, senador por Florida de origen cubano, acaba de recibir el apoyo de grandes donantes influyentes del partido, señal de que su popularidad aumenta en el seno del establishment, a pesar de que, al igual que Ted Cruz, fue elegido senador sobre la ola del Tea Party. AFP