Washington, Estados Unidos
Tras un incremento en el número de niños migrantes que entran a los Estados Unidos, funcionarios del Departamento de Salud advierten que se les acaba el dinero para darles alojamiento, aumentando el riesgo de otra crisis en la frontera.
En una carta atribuida a Sylvia Burwell, Secretaria de Salud de EUA, le informa al Congreso que aún con los fondos de emergencia autorizados por el presidente Obama, la agencia federal se enfrenta a una escasez que podría conducir a “la situación que enfrentamos en (2014) cuando los niños fueron dejados en la frontera durante un inaceptable período de tiempo”.
El gobierno estadounidense busca evitar que se repita la crisis de año pasado, cuando las áreas de detención se vieron tan abarrotados que el gobierno declaró una “crisis humanitaria”.
Un total de 10,588 niños cruzaron la frontera en octubre y noviembre de este año, en comparación con los 5,129 que cruzaron en el mismo período del año pasado. El incremento obligó a las autoridades a abrir dos nuevos refugios en California y Texas.
Por ley, los niños que ingresan solos a EUA deben ser puestos al cuidado del Departamento de Salud no más de 72 horas después de su detención. El Gobierno es responsable de su cuidado hasta que se entreguen a un familiar u otro responsable en los EUA, en tanto su caso se decida en los tribunales.
Los expertos dicen que la violencia de pandillas en América Central obliga a la gente a huir. Países como El Salvador ha visto elevarse su tasa de homicidios no vistos desde la época de su guerra civil y la violencia sigue plagando a Honduras y Guatemala. Preocupa a las autoridades esta situación porque ocurre en época en la que el frío puede resultar en la muerte de muchos de los pequeños migrantes.
