Aunque iba tapada de arriba a abajo, el atuendo de Michelle Obama en Riad, Arabia Saudí, donde acudió con su esposo Barack Obama para mostrar sus condolencias por la muerte del rey Abdalá, levantó la polémica en el país ultraconservador debido a que no llevaba una prenda básica para las mujeres, el velo.
La pareja presidencial de EUA fue recibido por el nuevo monarca saudí, Salman bin Abdelaziz, quien le estrechó la mano a Obama para darle la bienvenida al país, pero ignoró a Michelle. En el mismo contexto, una delegación de decenas de funcionarios saudíes -todos hombres- saludaron a Obama y sólo unos pocos le extendieron la mano a la primera dama. La mayoría la saludó inclinando la cabeza para evitar el contacto físico.
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Y es que en Arabia Saudí las mujeres tienen prohibido aparecer en público sin sus cabezas cubiertas y muchas de ellas portan el niqab, que cubre también sus rostros. Sin embargo, llevar la cabeza cubierta no es un requisito indispensable para las mujeres extranjeras, y algunas mujeres occidentales optan por renunciar al pañuelo.
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Algunos han recordado que Michelle Obama sí que llevo pañuelo cuando viajó a Indonesia, otro país musulmán, en el año 2010.
El matrimonio presidencial llegó a Arabia Saudí, procedente de La India, para expresar sus condolencias por la muerte del rey Abdalá y reunirse en persona con el nuevo monarca, afianzando así la relación entre ambos países.