Nuevas revelaciones aumentan la polémica en torno al programa de torturas ejercido por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) sobre los sospechosos de terrorismo en varios centros de detenciones secretos en Europa, Asia y el Caribe.
La CIA contrató a dos psicólogos inexpertos para que desarrollaran las técnicas de interrogatorio 'reforzadas', y permitió que estos mismos hombres fueran quienes evaluaran la efectividad del programa creado por ellos, según el informe que dio a conocer las 'brutales' torturas a las que estuvieron expuestos varios detenidos por los ataques del 11-S en EUA.
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Los psicólogos que no tenían experiencia en la lucha contra el terrorismo recibieron más de $80 millones por sus servicios. A pesar de ello, ambos hombres participaron personalmente en los interrogatorios de algunos de los detenidos 'más importantes' de la CIA.
También fueron los encargados de determinar si el estado psicológico de un detenido permitía seguir utilizando las técnicas reforzadas de interrogatorio, dice el informe.
Ellos son los dos psicólogos que desarrollaron el programa de torturas de la CIA.
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Los psicólogos utilizaron los pseudónimos de Dr. Grayson Swigert y Dr. Hammon Dunbar, sin embargo los medios estadounidenses los han identificado como los militares retirados Jim Mitchell y Bruce Jessen.
Mitchell se unió a la Fuerza Aérea en 1974 y se especializó en desactivar bombas antes de doctorarse en psicología centrándose en temas de dieta, ejercicio e hipertensión, según The New York Times.
Jessen, por su parte, se doctoró en 'formación familiar' y se convirtió luego en psicólogo de la Escuela de Supervivencia de la Fuerza Aérea, donde se encargaba de evaluar a los profesores que se hacían pasar por interrogadores del enemigo.
Ambos hombres, que se dijo eran tenientes coroneles, se convirtieron en expertos del departamento de Defensa en resistencia a interrogatorios del enemigo, aunque otros psicólogos manifestaron su escepticismo e incluso su preocupación sobre los métodos que utilizaban, añade The New York Times.
Tras los ataques del 11 de septiembre, el informe del Senado dice que Mitchell propuso utilizar un concepto llamado 'indefensión aprendida' en los interrogatorios a sospechosos de pertenecer a Al Qaeda, para asegurarse de que se obtenían los objetivos esperados.
Las brutales técnicas y la relación de los psicólogos con la CIA continuó hasta el 2009, durante esos años llegaron a construir su propia empresa gracias a sus ganancias obtenidas de la agencia de Inteligencia.