California, Estados Unidos.
En un momento delicado en las relaciones entre Estados Unidos y México, la primera visita del presidente Donald Trump a la frontera sur promete aumentar la tensión entre ambos países.
El viaje del magnate está destinado a evaluar los prototipos de su polémico proyecto de muro y recaudar fondos para su campaña de reelección en California, cuyas autoridades rechazan la visita del mandatario.
Trump llegará esta mañana a California, un estado que perdió por más de cuatro millones de votos en las elecciones de 2016, para ver en persona los ocho prototipos que seis empresas han levantado cerca de la frontera entre la localidad californiana de Otay Mesa y la mexicana de Tijuana, y dar un discurso ante militares.
“El Presidente cree que la seguridad del país es importante, y está convencido de que el muro es parte de eso”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
“No va a dar marcha atrás. Va a seguir presionando por el muro”, agregó Sanders.
El Gobierno mexicano canceló el mes pasado una visita de Peña Nieto a la Casa Blanca tras una dura conversación telefónica sobre el muro, y Trump envió la semana pasada a México a su yerno y asesor Jared Kushner para tratar de rebajar las tensiones. Pero el magnate volvió a provocar a su vecino, cuando aseguró en un mitín que Peña Nieto le había pedido “declarar que México no pagará por el muro”.
“Le dije: ¿Está loco? No voy a declarar eso”, aseguró el mandatario.
El canciller mexicano, Luis Videgaray, replicó en un tuit que, en la llamada, Peña Nieto insistió en que México “nunca pagará por un muro en la frontera”. Expertos temen que las declaraciones del magnate desde San Diego empeorarán su relación con México.
En un momento delicado en las relaciones entre Estados Unidos y México, la primera visita del presidente Donald Trump a la frontera sur promete aumentar la tensión entre ambos países.
El viaje del magnate está destinado a evaluar los prototipos de su polémico proyecto de muro y recaudar fondos para su campaña de reelección en California, cuyas autoridades rechazan la visita del mandatario.
Trump llegará esta mañana a California, un estado que perdió por más de cuatro millones de votos en las elecciones de 2016, para ver en persona los ocho prototipos que seis empresas han levantado cerca de la frontera entre la localidad californiana de Otay Mesa y la mexicana de Tijuana, y dar un discurso ante militares.
“El Presidente cree que la seguridad del país es importante, y está convencido de que el muro es parte de eso”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
“No va a dar marcha atrás. Va a seguir presionando por el muro”, agregó Sanders.
El Gobierno mexicano canceló el mes pasado una visita de Peña Nieto a la Casa Blanca tras una dura conversación telefónica sobre el muro, y Trump envió la semana pasada a México a su yerno y asesor Jared Kushner para tratar de rebajar las tensiones. Pero el magnate volvió a provocar a su vecino, cuando aseguró en un mitín que Peña Nieto le había pedido “declarar que México no pagará por el muro”.
“Le dije: ¿Está loco? No voy a declarar eso”, aseguró el mandatario.
El canciller mexicano, Luis Videgaray, replicó en un tuit que, en la llamada, Peña Nieto insistió en que México “nunca pagará por un muro en la frontera”. Expertos temen que las declaraciones del magnate desde San Diego empeorarán su relación con México.
