Un joven de origen hondureño que llegó a Estados Unidos huyendo de las pandillas en su país natal se convirtió en una de las últimas víctimas de la violencia que acecha en Long Island, Nueva York.
Ángel Soler (15) se encontraba desaparecido desde el pasado 21 de julio, por lo que las autoridades emprendieron la búsqueda del joven que ya había recibido amenazas de los pandilleros, en uno de los condados más afectados por la violencia de la MS-13.
La madre del joven, la hondureña Supaya Soler, indicó a las autoridades que la última vez que vio a su hijo lo notó muy nervioso y preocupado. Soler afirma que el adolescente recibió un mensaje antes de su desaparición en el que se leía: 'Vos a ser el próximo, perro, así que preparate, perro, y de una'.
Ángel tenía dos amigos, según su madre, que desaparecieron en Long Island hace un año.
Soler, que emigró a Estados Unidos hace diez años para tratar de darle una mejor vida a Ángel, el único hijo que tenía en ese entonces, decidió mandarlo a traer hace cuatro años, para alejarlo de la violencia de las pandillas en Honduras y que tuviera la oportunidad de acceder a una mejor educación sin imaginar que la tragedia tocaría a su puerta.
El pasado domingo, Suyapa recibió la peor noticia que una madre puede recibir. Los oficiales le indicaron que habían encontrado restos humanos en un área boscosa de Roosevelt. 'Lamentablemente es su hijo', le informó la policía.
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Las autoridades indicaron que 'el caso todavía está bajo investigación y nuestros detectives están analizando todas las avenidas en torno a la causa de muerte (de Ángel) y a quién se le puede atribuir', según el comisionado interino de la policía de Nassau, Patrick Ryder.
La familia del joven busca trasladar su cuerpo a su natal San Pedro Sula, y están recaudando fondos a través de una cuenta de GoFundMe para pagar los gastos funerarios.
Once jóvenes han sido asesinados por pandilleros de la MS-13 en esa zona desde septiembre del 2016, según reportes policiales.
El presidente Donald Trump visitó Long Island hace unas semanas para declarar la guerra a la Mara Salvatrucha tras el asesinato de dos adolescentes hace casi un año, en un caso que se convirtió en emblema de la violencia de la MS13.