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Menores que cruzan solos la frontera acaban en centros juveniles desbordados

  • 30 mayo 2014 /

La Patrulla Fronteriza calcula que cerca de 70.000 niños podrían ser detenidos por sus efectivos a lo largo del año.

Arizona, Estados Unidos

El drama de la reunificación de una pareja de guatemaltecos y de su hijo de 10 años que cruzó solo la frontera de Texas refleja el incremento del ingreso de indocumentados menores de edad y la incapacidad que tiene el Gobierno estatal para acogerlos tras su detención.

Vivian De la Cruz y su esposo, Rudy González, llegaron a EE.UU. hace casi nueve años de forma irregular y se habían mantenido en el anonimato por su condición migratoria, hasta que la semana pasada irrumpieron en los medios de comunicación.

'Mi hijo mayor, al que vimos por última vez cuando apenas era una bebé, había cruzado la frontera en compañía de un 'coyote,' pero fue abandonado a su suerte al ingresar a Texas. Ya habían pasado quince días desde la última vez que supe de él y por eso tomamos la decisión de pedir ayuda', comentó De la Cruz en entrevista con Efe.

Antes de anunciar públicamente que su hijo se encontraba desaparecido, De la Cruz pensó en varias posibilidades sobre el paradero del menos, incluso 'hasta que algo malo le había pasado'.

'Todo iba bien, mi niño había cruzado a México con normalidad hasta que llegaron a Monterrey y luego cuando me dijeron que habían pasado la frontera con Texas me anunciaron que lo dejarían abandonado porque él ya no tenía fuerzas para seguir adelante', agregó De la Cruz, madre de otros dos niños, nacidos en EE.UU.

El fin de semana pasado, De la Cruz recibió la llamada de una trabajadora social que le informó sobre el paradero de su hijo: había sido reportado por la Patrulla Fronteriza y llevado a un centro de detención para posteriormente ser trasladado a un albergue juvenil.

Actualmente, el menor se encuentra bajo la supervisión de una familia temporal en las inmediaciones de San Antonio, a más de 200 millas de Houston, y para poder verlo y reclamar su custodia, De la Cruz debe tramitar ciertos documentos para comprobar que ella es la madre biológica.

Este caso se encuentra en manos de la Oficina de Reubicación de Refugiados bajo la supervisión del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés).

Antes, el menor estuvo recluido unos días en un nuevo albergue de emergencia ubicado dentro de la base aérea Lacland en San Antonio, que fue abierto ante el alto número de niños inmigrantes que, según el HHS, llegan desde Centroamérica y que sobrepasaron el cupo de los otros centros de detención en el estado.

Según un comunicado de la Administración de Menores y Familias del HHS, existen otros albergues temporales que funcionarán para alojar a los menores hasta lograr que sus padres biológicos sean localizados para luego proceder a su reubicación.

La decisión de abrir albergues temporales se tomó al reconocer que la otra alternativa sería mantener a los menores en centros de detención comunes que operan en todo el estado con población adulta, y que, a su vez, también están desbordados.

De acuerdo a cifras del Departamento de Seguridad Nacional, esa entidad entregó a HHS a más de 24.600 menores indocumentados que cruzaron la frontera sin supervisión adulta en el año fiscal 2013. De esa cifra, el 73 % eran menores de edad y el 24 % menores de 14 años.

Por su parte, la Patrulla Fronteriza calcula que cerca de 70.000 niños podrían ser detenidos por sus efectivos a lo largo del año, principalmente en la frontera de Texas con México.

El número de ingresos ilegales son en su gran mayoría de jóvenes menores de 18 años que abandonan sus lugares de origen por la extrema pobreza o víctimas de la violencia y abusos provenientes de Honduras, El Salvador y Guatemala.

También intentan reunirse con al menos uno de sus padres que se encuentra viviendo en EE.UU. de forma indocumentada.