28/04/2024
05:42 AM

Honduras: Sin Tipo de Cambio regulado la devaluación sería brutal

A pesar que la pérdida del valor del lempira frente al dólar se mantiene dentro del margen esperado, los efectos negativos se evidencian.

San Pedro Sula, Honduras

El tipo de cambio en Honduras seguirá controlado para evitar un impacto fuerte en el bolsillo de los consumidores. De esta manera, se disminuyen los riesgos de una desaceleración en la economía nacional.

La depreciación, llamada también deslizamiento o devaluación, es la pérdida de valor del lempira frente al dólar. De ahí se deriva el tipo de cambio.

Hasta ayer los hondureños cancelaban L21.01 por $1.00. Desde el jueves anterior, los cálculos dejaron de hacerse con base en L20.00.

Al 30 de mayo de 2014, la moneda se había depreciado en 1.2%, valor que está considerado dentro del margen esperado si se valora que al cierre de diciembre el deslizamiento podría oscilar entre 3 y 5%, rango superior al 3.2% registrado en el año 2013.

Ese rango podría ser mucho mayor de no ser por la política que mantiene el Banco Central de Honduras (BCH) en función del sistema de la banda cambiaria, la que a criterio de exfuncionarios y economistas es el mecanismo correcto para determinar el tipo de cambio, es decir, cuánto cuesta un dólar.

Federico Álvarez, expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), explica el sistema de banda cambiaria en palabras sencillas:

“El sistema que ha seguido Honduras es dejar que sea el mercado el que fije el precio, pero poniéndole un techo y un piso. Entonces, el lempira se puede devaluar, pero cuando ya llega al techo allí se acaba. ¿Cómo opera ese sistema?... cuando ya toca el techo, entonces le suben otro poquito al techo para que la divisa vuelva a subir y así lo han ido llevando todo este tiempo, regulado”.

Dentro de ese contexto, el Gobierno de Juan Orlando Hernández deja claro que mantendrá la banda cambiaria sin modificaciones adicionales.

“Esa es la metodología que vamos a mantener y no debe haber discusión al respecto”, confirma a LA PRENSA Marlon Tábora, presidente del BCH.

El funcionario dice que el tipo de cambio no depende de una decisión arbitraria, ni subjetiva y mucho menos política, como otras voces han argumentado en diferentes ocasiones.

“El tipo de cambio es una metodología científica que conjuga variables que cambian de día a día y que no todas son predecibles”, explica.

Algo de teoría...

En Honduras, el tipo de cambio (de referencia) se determina en función de la oferta y la demanda del mercado de divisas, según el decreto 136/94 del 12 de octubre de 1994, que fue ratificado en las reformas a la Ley del Banco Central de Honduras (BCH), aprobadas por el Congreso Nacional (CN) mediante el decreto número 228-96.

No obstante, antes de llegar a ese punto hubo algunos sucesos. Hasta el 11 de marzo de 1990, el tipo de cambio oficial fue L2 por $1.00. Luego, desde el 12 de marzo de ese año hasta el 11 de octubre de 1994, el tipo de cambio en el país se regía por el factor de valoración aduanera y luego pasó a ser un tipo de cambio de referencia.

En octubre de 2005, el BCH fijó el tipo de cambio en L18.90 por $1.00 hasta junio de 2011.

En julio de 2011 se reactivó el sistema de banda cambiaria, lo que significó nuevos deslizamientos para la moneda nacional.

En 2013, el BCH continuó utilizando el régimen de la banda cambiaria con un margen de más o menos 7.0% con respecto al precio de la base para determinar el tipo de cambio de referencia.

En julio de 2013, el tipo de cambio de referencia debía reflejar las señales del mercado implícitas en el precio base, por lo que el directorio estableció que los precios de ofertas de las solicitudes de compra en el mercado organizado de divisas no deben ser mayor del 1% del promedio del precio base vigente en las subastas realizadas en los siete días hábiles previos.

En diciembre de ese año, el tipo de cambio cerró en L20.5975 en promedio por $1.00.

El sistema permite control

“Yo estimo que el sistema es bueno porque permite un control y a la vez establece el precio por mercado. Creo que lo que va a pasar es que si el Fondo Monetario Internacional (FMI) pide devaluación, entonces van a empezar a subirle al techo más rápido y eso hará que la moneda se deslice, pero siempre controlada, no a grandes saltos. Es decir, va ir de L21 a L21.10, luego a L21.15 y así, solo que un poco más acelerada que lo que ha sido hasta ahora”, indica Federico Álvarez.

En referencia a ese deslizamiento, Marlon Tábora ha dicho hasta el cansancio que no se tomará ninguna medida que perjudique la economía de los hondureños. Sin embargo, para el expresidente del BCIE, “esas son declaraciones políticas. La forma disimulada de hacerlo es dejar que sea el mercado que lo vaya fijando (el precio del dólar) dentro de esa banda cambiaria, pero ellos (el Gobierno) siempre regulándolo”.

De la misma forma, Álvarez reitera que la metodología es la correcta. “Por muchos años Honduras puso el precio del dólar y lo mantuvo artificialmente. El otro extremo es dejar simplemente libre la divisa y que sea el mercado que lo fije (la oferta y la demanda); pero en ese caso se puede venir una devaluación brutal y eso no le conviene en lo absoluto al país”.

“En este momento (el Gobierno) va preparándose para la negociación con el FMI. Entonces van a jurar hasta con los dedos de los pies que no están devaluando, pero en realidad sí están devaluando al levantar el techo. Eso hace que la moneda se deslice más rápido”.

Aunque el funcionario reconoce que la banda cambiaria es un buen mecanismo para controlar la depreciación, refiere que los efectos de la pérdida de valor del lempira persisten de forma constante y negativa en la economía hondureña.

Por ejemplo, las importaciones se vuelven más caras y, por ende los consumidores tienen que pagar más por la adquisición de una mercancía.

“El efecto más grave ocurre sobre el petróleo porque es el principal rubro de importación. Entonces, el petróleo se vuelve cada día más caro porque necesita más lempiras para comprar el galón. Entonces sube el precio del transporte y la factura de energía eléctrica. Puede ser que el barril de crudo siga costando 100 dólares, pero antes solo se necesitaban entre L1,900 y L2,000 y ahora se requieren L2,100 para comprarlo”, dice.

Para Rafael Delgado, presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE) del capítulo norte, la banda cambiaria actual representa un buen mecanismo para administrar las divisas del país.

“Esos llamados a sustituir la banda cambiaria por un mercado libre de divisas no funcionan en nuestro país. La oferta de divisas está concentrada en muy pocos productores. Otra cosa sería si tuviéramos una industria exportadora pujante o una serie de empresas y sectores que generen divisas”, explica el experto.

El banquero Jorge Bueso Arias considera que el tipo de cambio fijo es conveniente para controlar la inflación. Sin embargo, Rafael Delgado estima que no es apropiado porque el BCH tendría que tener suficiente divisas y reservas para defender ese mecanismo.