Tegucigalpa, Honduras.
Que teme por su vida y que se le brinde protección fue la petición que hizo el exdirector de Impugnaciones del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), Obdulio Chévez, ante el Conadeh, luego de denunciar supuestas irregularidades que se estarían cometiendo al interior del organismo contralor del Estado.
“Vengo al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos para que se me proteja por el hecho de defender los intereses del Estado al denunciar las arbitrariedades que se cometen en el Tribunal de Cuentas, situación que pone en riesgo mi vida”, dijo Chévez.
Explicó que tomó la decisión y el valor de denunciar “el terrible manejo del Tribunal Superior de Cuentas porque conoce la conducta amenazante de la señora Daysi de Anchecta y de cómo ella somete al personal”.
“Solo basta que la prensa se vaya al departamento clínico del TSC para que vea cómo está la estadística clínica del personal, producto de las amenazas que allí se dan”, dijo el exfuncionario.
“Allí hay una política de amenazas para que la gente se vuelva sumisa a las operaciones de Daysi de Anchecta, quien monopoliza la dirección de esa entidad”, indicó. Reiteró que su visita al Conadeh fue para “poner en autos el peligro que corre por las amenazas indirectas que ha recibido por el hecho de recomendarle a los magistrados que corrigieran su conducta”.
Chévez denunció que en el TSC hay abuso de autoridad, parcialismo, encubrimiento, inequidad de trato y falta de objetividad.
Exempleado
Obdulio Chévez laboró en el TSC como director de Impugnaciones, en el que devengó un salario de unos 75,000 lempiras, de los más altos en este organismo contralor. Desempeñó el cargo por cuatro años y cesó en sus funciones el primero de julio de 2014 por jubilación.
Atendiendo denuncias, el TSC le confirmó tres reparos, dos de ellos cuando fungió como gerente del Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola: uno de ellos por L5.6 millones y el otro por un millón de lempiras.
Además, otro por unos dos millones cuando fue regidor de la alcaldía del Distrito Central.
Informe
Mientras el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) presentó ayer ante el Ministerio Público un informe que retrata presunta corrupción contra otra alcaldía del departamento de Francisco Morazán, al tiempo que se reveló que al menos tres empleados del Tribunal de Cuentas se quedaron laborando en las municipalidades tras concluir procesos de auditorías.
El jefe de la Unidad de Investigación del CNA, Dagoberto Aspra, expresó que se deben hacer cambios sustanciales en el TSC para justificar su existencia y efectividad frente al combate a la corrupción.
Que teme por su vida y que se le brinde protección fue la petición que hizo el exdirector de Impugnaciones del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), Obdulio Chévez, ante el Conadeh, luego de denunciar supuestas irregularidades que se estarían cometiendo al interior del organismo contralor del Estado.
“Vengo al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos para que se me proteja por el hecho de defender los intereses del Estado al denunciar las arbitrariedades que se cometen en el Tribunal de Cuentas, situación que pone en riesgo mi vida”, dijo Chévez.
Explicó que tomó la decisión y el valor de denunciar “el terrible manejo del Tribunal Superior de Cuentas porque conoce la conducta amenazante de la señora Daysi de Anchecta y de cómo ella somete al personal”.
“Solo basta que la prensa se vaya al departamento clínico del TSC para que vea cómo está la estadística clínica del personal, producto de las amenazas que allí se dan”, dijo el exfuncionario.
“Allí hay una política de amenazas para que la gente se vuelva sumisa a las operaciones de Daysi de Anchecta, quien monopoliza la dirección de esa entidad”, indicó. Reiteró que su visita al Conadeh fue para “poner en autos el peligro que corre por las amenazas indirectas que ha recibido por el hecho de recomendarle a los magistrados que corrigieran su conducta”.
Chévez denunció que en el TSC hay abuso de autoridad, parcialismo, encubrimiento, inequidad de trato y falta de objetividad.
Exempleado
Obdulio Chévez laboró en el TSC como director de Impugnaciones, en el que devengó un salario de unos 75,000 lempiras, de los más altos en este organismo contralor. Desempeñó el cargo por cuatro años y cesó en sus funciones el primero de julio de 2014 por jubilación.
Atendiendo denuncias, el TSC le confirmó tres reparos, dos de ellos cuando fungió como gerente del Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola: uno de ellos por L5.6 millones y el otro por un millón de lempiras.
Además, otro por unos dos millones cuando fue regidor de la alcaldía del Distrito Central.
Informe
Mientras el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) presentó ayer ante el Ministerio Público un informe que retrata presunta corrupción contra otra alcaldía del departamento de Francisco Morazán, al tiempo que se reveló que al menos tres empleados del Tribunal de Cuentas se quedaron laborando en las municipalidades tras concluir procesos de auditorías.
El jefe de la Unidad de Investigación del CNA, Dagoberto Aspra, expresó que se deben hacer cambios sustanciales en el TSC para justificar su existencia y efectividad frente al combate a la corrupción.
