San Diego.
La caravana de inmigrantes centroamericanos que emprendió su viaje desde el sur de México el pasado 9 de abril llegó ayer a la fronteriza ciudad de Tijuana para solicitar asilo a los agentes de migración de Estados Unidos en la garita de San Ysidro, en San Diego, California.
El grupo de refugiados, integrado por 200 hombres, mujeres y niños, originarios de Honduras, El Salvador y Guatemala, recorrieron gran parte del territorio mexicano a bordo del tren de carga conocido como la ‘Bestia’.
El coordinador de la caravana, Roberto Corona, informó en un comunicado que recorrieron el país hasta esta ciudad del norteño estado de Baja California para defender los derechos de las personas refugiadas, como el vivir con seguridad y sin el miedo a la detención y deportaciónes.
Quienes integran la caravana son personas centroamericanas que huyeron de sus países por amenazas de muerte y persecución, y posteriormente se organizaron en el sur de México para buscar una vida mejor en el país vecino.
Corona señaló que los migrantes viajaron a pie, en autobús, en furgonetas y en el tren de carga conocido como la Bestia, hasta que llegaron a Tijuana.
Derechos.
Un camino que hicieron alzando sus voces en todo el recorrido para exigir respeto a sus derechos como personas refugiadase, añadió.
El activista detalló que el domingo por la mañana se celebró un encuentro internacional en el Parque de la Amistad (entre Tijuana y San Diego), en la parte donde el muro entra en el mar.
Posteriormente, los participantes del Viacrucis de Refugiados marcharon hacia la garita de San Ysidro.
Allí, acompañados por voluntarios, organizadores y defensores de derechos humanos, solicitaron asilo a las autoridades estadounidenses.
Corona explicó que exigirán que el Gobierno de Estados Unidos procese sus casos como se debe bajo la ley, es decir, haciendo que pasen una entrevista y no rechazarles como lo han hecho ya muchas veces.
