San Pedro Sula, Honduras.
Para que los niños con retos especiales puedan recibir una educación inclusiva, las escuelas requieren de un plan para su integración, capacitar a su personal, tener material de enseñanza especial para ellos y preparar un entorno adecuado.
Victoria Sánchez, administradora de la Fundación Integrar, que atiende a niños y adultos con síndrome de Down en San Pedro Sula, explicó que “no es lo mismo la inserción de niños con Down en las escuelas, que la inclusión. La inserción es solo tener al niño con síndrome de Down en un aula, aunque no aprenda nada, solo para estar junto con los demás alumnos que no tienen retos especiales. Pero lo ideal en las escuelas debe ser la inclusión, que significa tener un entorno adecuado, maestros preparados y dispuestos para lograr que los niños con el síndrome realmente aprendan y se integren”.
El síndrome de Down es una alteración genética que se produce por la presencia de un cromosoma extra (el cromosoma es la estructura que contiene el ADN) o una parte de él.
Preparación
Ejemplar
Camila es una niña de siete años que tiene el síndrome y cursa preparatoria en la escuela Madre María Luisa, donde estudia junto con niños que no tienen retos especiales.
“Me gusta ir a la escuela y dibujar, hacer tareas y jugar con mis amigos”, cuenta la niña mientras hacía su tarea.
La madre de la pequeña Camila es la doctora Claudia Santos, quien relata que ha visto un gran desarrollo en su hija.
“Mi niña desde los cuatro meses hasta los cinco años recibió estimulación integral en la Fundación Integrar. Luego pasó a la inclusión a nivel escolar. El año pasado cursó el kínder, ahora está en preparatoria y estoy muy satisfecha con todo lo que va logrando”.
Otro centro que brinda atención en San Pedro Sula es la Fundación Instituto Sampedrano de Educación Especial “Profesora Norma Facussé de Kattán”.
La institución atiende casos de parálisis cerebral, Asperger, síndrome de Down, hiperactividad y déficit de atención, entre otros. “Aplicamos la inclusión educativa desde su comienzo, así como el apoyo directo a escuelas públicas”, resalta la fundación.
Para que los niños con retos especiales puedan recibir una educación inclusiva, las escuelas requieren de un plan para su integración, capacitar a su personal, tener material de enseñanza especial para ellos y preparar un entorno adecuado.
Victoria Sánchez, administradora de la Fundación Integrar, que atiende a niños y adultos con síndrome de Down en San Pedro Sula, explicó que “no es lo mismo la inserción de niños con Down en las escuelas, que la inclusión. La inserción es solo tener al niño con síndrome de Down en un aula, aunque no aprenda nada, solo para estar junto con los demás alumnos que no tienen retos especiales. Pero lo ideal en las escuelas debe ser la inclusión, que significa tener un entorno adecuado, maestros preparados y dispuestos para lograr que los niños con el síndrome realmente aprendan y se integren”.
El síndrome de Down es una alteración genética que se produce por la presencia de un cromosoma extra (el cromosoma es la estructura que contiene el ADN) o una parte de él.
| La pequeña Camila haciendo sus tareas junto con su madre Claudia Santos.
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Wendy Hall, rectora de la escuela Santa María del Valle, de San Pedro Sula, centro educativo que tiene como política que un 10% de su población estudiantil sean alumnos con retos especiales, explicó que se debe tener cuidado y ser responsable con este tema.
“Somos una escuela totalmente inclusiva, donde estudian juntos niños con retos especiales y sin ellos, pero esto no se logra de la noche a la mañana. Nos hemos preparado dentro de un plan para ello. Este es un programa que nosotros manejamos desde hace 17 años, pero que se sigue desarrollando porque cada día van surgiendo diferentes necesidades y se suplen con el afán de brindar las mejores oportunidades a nuestros chicos y jóvenes. Es un programa que siempre se sigue perfeccionando”, declaró la rectora.
Hall habló de los detalles que se deben tener en cuenta para la educación de niños con síndrome de Down y otros retos especiales.
“Cada escuela debería prepararse para recibir a niños con retos especiales, pues si los incluyen sin contar con un plan adecuado afectarán el aprendizaje de los niños sin retos especiales y dejarán a los menores que sí los tienen sin aprender nada. Es un caso en el que todos pierden”, indicó.
Hall, ejemplificó que “en nuestra escuela una de las asistentes de maestra tiene síndrome de Down y es una grandiosa y excelente empleada. O sea, que la inclusión educativa se puede llevar más allá”.
| Los niños reciben diferentes clases en la Fundación Integrar.
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Camila es una niña de siete años que tiene el síndrome y cursa preparatoria en la escuela Madre María Luisa, donde estudia junto con niños que no tienen retos especiales.
“Me gusta ir a la escuela y dibujar, hacer tareas y jugar con mis amigos”, cuenta la niña mientras hacía su tarea.
La madre de la pequeña Camila es la doctora Claudia Santos, quien relata que ha visto un gran desarrollo en su hija.
“Mi niña desde los cuatro meses hasta los cinco años recibió estimulación integral en la Fundación Integrar. Luego pasó a la inclusión a nivel escolar. El año pasado cursó el kínder, ahora está en preparatoria y estoy muy satisfecha con todo lo que va logrando”.
Otro centro que brinda atención en San Pedro Sula es la Fundación Instituto Sampedrano de Educación Especial “Profesora Norma Facussé de Kattán”.
La institución atiende casos de parálisis cerebral, Asperger, síndrome de Down, hiperactividad y déficit de atención, entre otros. “Aplicamos la inclusión educativa desde su comienzo, así como el apoyo directo a escuelas públicas”, resalta la fundación.
