“Gracias a Dios ya no tendré que caminar hasta la comunidad de Urraco Sur para recibir clases”, dijo con una sonrisa el niño Luis Barrera (11), mientras llenaba un balde con arena para ayudar en la construcción de la escuela La Bendición.
Por cuatro años el pequeño caminó junto a sus tres hermanitas por la orilla de la carretera pavimentada que de El Progreso comunica a Santa Rita para recibir el pan del saber en Urraco, el deseo de aprender a leer pudo más que el riesgo que enfrentaron a un atropello en la transitada vía.
Hoy ese esfuerzo es recompensado por la organización norteamericana Estudiantes Ayudando a Honduras que desde el pasado 30 de diciembre de 2012 iniciaron la construcción de una escuela de tres aulas en la colonia La Bendición de la aldea El Bálsamo de El Progreso.
“Con este edificio, ya son 12 los que hemos construido en El Progreso en los últimos dos años, con ello hemos ayudado a mejorar la calidad de la educación a centenares de niños de igual cantidad de comunidades en especial de la zona rural”, expresó Shin Fujiyama, representante de la referida organización.
Al igual que los escolares de esta comunidad, en la colonia Ebenezer también en el sector sur de la Perla del Ulúa tendrán su nuevo local en los próximos días.
Proyecto
Fujiyama explicó que la obra es edificada con mano de obra no calificada de los padres de familia y los estudiantes de varias universidades de los Estados Unidos, que aparte de poner su fuerza de trabajo también se encargan de recaudar fondos en sus lugares de origen.
“Nos satisface poder ayudar a estos pequeños en su mayoría de familias de escasos recursos económicos del municipio, lo que los obligó por muchos años a recibir sus clases en viviendas y galeras, sentados en bloques”, dijo Fujiyama.
Famelicia Rivera, regidora municipal y miembro de la comisión de educación de la Alcaldía, expresó que gracias a la ayuda humanitaria de esa organización se han logrado solventar un sinnúmero de necesidades que los maestros y alumnos enfrentaban en cada jornada de clases. Mientras se edifican estas escuelas, Fujiyama y las autoridades municipales buscan otras comunidades para llevar la ayuda y mejorar las condiciones de los centros educativos.
