San Pedro Sula, Honduras.
Los transportistas de la ruta 1 volvieron a recorrer las calles de la ciudad ayer, luego de que este martes suspendieran actividades por su seguridad personal.
Conductores y ayudantes dicen estar temerosos de lo que pueda suceder con ellos ahora que regresaron a sus unidades, pero refieren que la necesidad de llevar el alimento a sus casa es mayor.
“Estamos a la mano de Dios. Uno no se puede quedar de brazos cruzados y la orden que nos dieron es que volvamos a trabajar”, expresó uno de los motoristas que prefirió omitir su nombre.
El martes, apenas cuatro de los 42 microbuses rapiditos de la empresa de transporte laboraron, situación que repercutió en los usuarios de al menos nueve colonias por donde circula dicha ruta.
Los trabajadores dicen que tomarán medidas de protección por su propia cuenta, ya que aseguran que los órganos de seguridad han sido indiferentes ante el problema que han sufrido, pese a que el lunes 13 de este mes el motorista Jonathan Fernández, fue ultimado por presuntos extorsionadores.
Indagaciones
Hasta ayer ni la Fuerza Nacional de Seguridad Interinstitucional (Fusina) ni la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) tenían una hipótesis de quiénes están intimidando a los propietarios de la ruta 1, sin embargo no descartan que se pueda tratar de la banda de los “Chirizos”.
Según la FNA los transportistas de Tegucigalpa y San Pedro Sula pagan al año más de 550 millones de lempiras a las pandillas y otros grupos criminales.
Los transportistas de la ruta 1 volvieron a recorrer las calles de la ciudad ayer, luego de que este martes suspendieran actividades por su seguridad personal.
Conductores y ayudantes dicen estar temerosos de lo que pueda suceder con ellos ahora que regresaron a sus unidades, pero refieren que la necesidad de llevar el alimento a sus casa es mayor.
“Estamos a la mano de Dios. Uno no se puede quedar de brazos cruzados y la orden que nos dieron es que volvamos a trabajar”, expresó uno de los motoristas que prefirió omitir su nombre.
El martes, apenas cuatro de los 42 microbuses rapiditos de la empresa de transporte laboraron, situación que repercutió en los usuarios de al menos nueve colonias por donde circula dicha ruta.
Los trabajadores dicen que tomarán medidas de protección por su propia cuenta, ya que aseguran que los órganos de seguridad han sido indiferentes ante el problema que han sufrido, pese a que el lunes 13 de este mes el motorista Jonathan Fernández, fue ultimado por presuntos extorsionadores.
Indagaciones
Hasta ayer ni la Fuerza Nacional de Seguridad Interinstitucional (Fusina) ni la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) tenían una hipótesis de quiénes están intimidando a los propietarios de la ruta 1, sin embargo no descartan que se pueda tratar de la banda de los “Chirizos”.
Según la FNA los transportistas de Tegucigalpa y San Pedro Sula pagan al año más de 550 millones de lempiras a las pandillas y otros grupos criminales.
