Tegucigalpa, Honduras.
Los alumnos y maestros de la escuela Oswaldo López Arellano, de la colonia Kennedy, protestaron ayer en contra del cierre de su centro de estudio.
Los manifestantes no están de acuerdo en que las autoridades de Educación fusionen esta institución con la Escuela John F. Kennedy, ubicada a pocos metros una de la otra.
La escuela funciona desde 1975, sin embargo, en el edificio de 16 aulas grandes apenas hay matriculados 190 alumnos, que están asignados a once docentes en distintos grados.
Los afectados consideran que el cierre de su escuela viola el derecho constitucional a la educación y cercena derechos laborales de los maestros. Dicha versión fue desmentida por las autoridades de la Secretaría de Educación.
Pese a la protesta, la directora departamental de Francisco Morazán, Digna Rivera, manifestó que la fusión de centros educativos en la capital es irreversible. En la opinión de las autoridades educativas, la medida no se trata de ninguna arbitrariedad, ya que busca optimizar el uso de los recursos del Estado y garantizar la educación para todos los niños capitalinos.
Rivera comentó que esta misma medida se va a implementar en 13 escuelas y colegios del Distrito Central. La funcionaria consideró que los costos por mantenimiento de edificios, la baja matricula y el pago de maestros sin funciones en las escuelas representan un elevado costo para el Estado.
La funcionaria añadió que es incoherente tener 40 alumnos matriculados, donde asisten 13 en una sección y hay 20 maestros asignados.
