Tegucigalpa, Honduras.
Los miembros de la Comisión Especial de Depuración de la Policía Nacional están sorprendidos porque gran parte de los archivos que contienen los antecedentes y la hoja de servicio de los oficiales y otros miembros de la carrera policial prácticamente no existen porque fueron destruidos, desaparecieron o fueron sustraídos o manipulados en los últimos años.
De hecho, uno de los expedientes que no ha podido ser encontrado es el del exdirector general de la Policía Juan Carlos, el Tigre, Bonilla, lo que ha generado serios problemas a la Comisión a la hora de evaluar la conducta y los antecedentes de los jerarcas y altos oficiales que dirigieron la institución en los últimos años y que están bajo evaluación.
“El problema es que mucha de esa información ya no existe, la Policía Nacional a lo largo de los últimos años no ha tenido suficiente rigor para darle seguimiento al comportamiento de los policías, sino que mucha de esa información fue destruida, fue extraviada o alguien se la llevó con propósito no necesariamente de favorecer a la Policía”, comentó ayer el comisionado de la depuración Omar Rivera.
Indicó que el objetivo fundamental de la Comisión es garantizar que toda la alta oficialidad sea certificada y que solamente queden los oficiales con el perfil de idoneidad que esta institución y la sociedad hondureña reclaman.
No obstante, lamentó que no han encontrando la información que requieren para realizar ese trabajo, razón por la cual han recurrido a los operadores de justicia, a las entidades de investigación e inteligencia y a los órganos contralores del Estado para que proporcionen datos que tengan en su poder sobre miembros de la Policía.
Para el caso, Rivera citó que el expediente del general Juan Carlos Bonilla sigue extraviado, “vamos a procurar todo lo que esté a nuestro alcance para encontrarlo y para sugerir que se castigue a las personas que de forma irresponsable permitieron que ese expediente se perdiera”.
Advirtió que se procederá a verificar si este comportamiento de las unidades que tenían como responsabilidad dar esa información de los expedientes es recurrente, y si es así, llamarán a los exministros de Seguridad para que expliquen qué información tienen al respecto.
Están lavados
El pastor Alberto Solórzano catalogó de “increíble y decepcionante” la pobre información que hay en los expedientes de los generales que recién fueron evaluados, así como de otro personal policial.
“Todo está lavado, esos son ángeles, cometí más travesuras yo en la escuela Lempira”, comparó con ironía el líder espiritual.
Indicó que en vista de estos obstáculos se ha recurrido a otras instituciones y a la propia Embajada de Estados Unidos para que proporcionen información que ayuden a sustentar las acciones contra miembros de la Policía implicados en faltas graves o delitos.
Los miembros de la Comisión Especial de Depuración de la Policía Nacional están sorprendidos porque gran parte de los archivos que contienen los antecedentes y la hoja de servicio de los oficiales y otros miembros de la carrera policial prácticamente no existen porque fueron destruidos, desaparecieron o fueron sustraídos o manipulados en los últimos años.
De hecho, uno de los expedientes que no ha podido ser encontrado es el del exdirector general de la Policía Juan Carlos, el Tigre, Bonilla, lo que ha generado serios problemas a la Comisión a la hora de evaluar la conducta y los antecedentes de los jerarcas y altos oficiales que dirigieron la institución en los últimos años y que están bajo evaluación.
“El problema es que mucha de esa información ya no existe, la Policía Nacional a lo largo de los últimos años no ha tenido suficiente rigor para darle seguimiento al comportamiento de los policías, sino que mucha de esa información fue destruida, fue extraviada o alguien se la llevó con propósito no necesariamente de favorecer a la Policía”, comentó ayer el comisionado de la depuración Omar Rivera.
Indicó que el objetivo fundamental de la Comisión es garantizar que toda la alta oficialidad sea certificada y que solamente queden los oficiales con el perfil de idoneidad que esta institución y la sociedad hondureña reclaman.
No obstante, lamentó que no han encontrando la información que requieren para realizar ese trabajo, razón por la cual han recurrido a los operadores de justicia, a las entidades de investigación e inteligencia y a los órganos contralores del Estado para que proporcionen datos que tengan en su poder sobre miembros de la Policía.
Para el caso, Rivera citó que el expediente del general Juan Carlos Bonilla sigue extraviado, “vamos a procurar todo lo que esté a nuestro alcance para encontrarlo y para sugerir que se castigue a las personas que de forma irresponsable permitieron que ese expediente se perdiera”.
Advirtió que se procederá a verificar si este comportamiento de las unidades que tenían como responsabilidad dar esa información de los expedientes es recurrente, y si es así, llamarán a los exministros de Seguridad para que expliquen qué información tienen al respecto.
Están lavados
El pastor Alberto Solórzano catalogó de “increíble y decepcionante” la pobre información que hay en los expedientes de los generales que recién fueron evaluados, así como de otro personal policial.
“Todo está lavado, esos son ángeles, cometí más travesuras yo en la escuela Lempira”, comparó con ironía el líder espiritual.
Indicó que en vista de estos obstáculos se ha recurrido a otras instituciones y a la propia Embajada de Estados Unidos para que proporcionen información que ayuden a sustentar las acciones contra miembros de la Policía implicados en faltas graves o delitos.
