Más de 12 mil empresas se registraron este año en la Municipalidad de San Pedro Sula, 1,148 menos que el año anterior, cuando la cifra superó las 13 mil. Esta situación preocupa a los empresarios.
Las autoridades explican que la reducción se debe a dos situaciones: el cierre de algunas empresas y la migración de los negocios del sector formal al informal por la crisis económica.
Aclararon que, aunque faltan dos meses en que se registrarán otras empresas, la cifra no superará el 20%.
En la ciudad existen 2,506 negocios de comercio de productos alimenticios, 915 expendios de comidas y bebidas, 534 de transporte terrestre, 784 textileras (prendas de vestir y cuero).
Se registran 1,421 servicios técnicos profesionales, 633 servicios de reparación personales y de los hogares, 93 profesionales independientes, 374 bienes y inmuebles y más de 250 fábricas de distintos rubros, que son los de mayor incidencia.
Esperanza Escobar, encargada de la secretaría de la Asociación Nacional de Medianos y Pequeños Industriales de Honduras (Anmpih), estima que el 40% de las empresas que falta registrar cerraron sus puertas y que el 60% trabaja sin permiso de operación por la falta de recursos para pagar los impuestos.
Añadió que el sector más golpeado por la depresión financiera es la micro y mediana empresa, pues al menos el 80% opera sin permiso de la alcaldía.
“Es triste que cada año cientos de pequeños negocios dejen de operar. Ni siquiera contamos con capital para inyectarles. Por eso hoy la mayoría ha emigrado del sector formal al informal, limitando nuestro crecimiento, pues al no contar con un permiso de operación no calificamos a préstamos de la banca, no tenemos acceso a materias primas ni a incursionar en mercados grandes. Además, la mano de obra nos la pagan muy barata”.
Escobar propone desarrollar programas dirigidos a la microindustrias, que son aquellas que fabrican lo que venden.
“El Gobierno debe impulsar la economía; si no, esto irá empeorando. Desde hace mucho no han existido verdaderos programas de desarrollo para la micro, pequeña y mediana empresa”.
Darwin Reyes, presidente de la asociación de zapateros del mercado Medina, aseguró que han tenido que reducir costos para subsistir.
“Este ha sido un año sumamente difícil. Hemos tenido que implementar algunas medidas que nos ayuden a levantar los negocios.
En estos momentos estamos buscando otro tipo de mercado, pues a quienes les proveíamos ya no tienen capacidad de comprarnos todo el producto. Estamos en el rango de mediana empresa, pero no sabemos qué pasará en los próximos meses si las ventas no mejoran”, afirmó Reyes.
Mario Iván Flores, economista y subdirector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula, opinó que el panorama económico de la ciudad se presenta cada vez más sombrío.
“Nos está afectando que en Estados Unidos haya un problema entre el Poder Ejecutivo y el Congreso. Los empresarios no se animan a invertir en otros países mientras no tengan claro qué pasa en su territorio”.
Insistió en que la inseguridad sigue perjudicando en gran manera la parte financiera de la ciudad y aseveró que el Gobierno debe contribuir con las alcaldías con el propósito de que creen alternativas atractivas para la inversión nacional y extranjera.
